Grado en Biotecnología por la Universidad de Salamanca, master en Química y Nuevos Alimentos en la Autónoma de Madrid y Doctorado en Ciencias de la Alimentación. Durante su tesis doctoral realizó investigaciones en Holanda y en Brasil que le llevaron a descubrir cómo se pueden aislar de una especie de seta compuestos que sean beneficiosos para la salud, a la hora de reducir los niveles de colesterol. Trabaja en la Universidad de Tarragona a través de las Ayudas Juan de la Cierva realizando experimentos en animales para ver qué pasa al tomar fruta cuando toca y cuando no toca. Diego Morales tiene una mente privilegiada que huye de la rutina y logra que cada día sea un reto.

-Si prescindimos por completo de la biotecnología, ¿es posible alimentar a toda la población del planeta con la agricultura actual?

-No, viendo cómo sigue creciendo la población. Aunque se diga aquello de que no es que no haya recursos, sino que están mal repartidos, es clave que surjan alternativas, no solo con la biotecnología sino con la investigación de nuevos alimentos.

-¿Es malo para la salud comer fruta si no es de temporada?

-Son hipótesis, pero digamos que nosotros recibimos señales estacionales, igual que cuando recibimos señales de cuando es de día o de noche y nuestro organismo funciona para estar activo de día, lo mismo ocurre en cómo nos comportamos en las estaciones del año y con los alimentos. Si le enviamos al organismo señales que no tocan, como por ejemplo, comer una naranja en verano, podría ser que aquí hubiera algún desajuste. Todo esto lleva una gran investigación detrás y primero estamos probando en animales. Se ve cómo se comportan en verano, en invierno, se le dan dietas diferentes, y estamos en ello.

-‘Tiempo de Silencio’, la novela de Luis García-Santos, empieza describiéndonos un laboratorio donde Pedro, junto a su ayudante, investigan sobre el cáncer en una determinada cepa de roedores, ¿qué tienen los ratones para estar metidos en todos los fregados?

-Se parecen más a nosotros de lo que pensamos, aunque cuando nos pongamos al lado no nos parezcamos, pero compartimos mucho y, sobre todo, destacan por la facilidad de manejo que tienen. Son mamíferos y son un primer paso para luego poder dar el salto a humanos. Son un aliado muy adecuado.

-¿Cuáles son los buenos y los malos momentos de un laboratorio?

-En un mismo día tienes luces y sombras. Es estimulante no saber a lo que te estás enfrentando, descubrir algo nuevo cada día tiene una parte adictiva. Pero, por otro lado, como te enfrentas cada día a algo nuevo, la posibilidad de fracasar es alta. Pienso que en las primeras etapas de la ciencia deberíamos estar más arropados por profesionales de Salud Mental. Se han visto casos de personas que ya no quieren saber nada de la ciencia y de la investigación. Deberían cuidarnos más, protegernos, ayudar o curar. Aparte de las condiciones económicas.

-¿Qué es ScienceBeach (La playa de la ciencia)?

-Un canal de Youtube que junto a mis compañeros Quique y Alberto creamos con un doble objetivo, servir de altavoz para los jóvenes científicos y sus resultados, y universalizarlos, con el fin de que que la sociedad pueda aprovechar todos los datos.

-¿Confía en ver el AVE en Extremadura?

-Si no un AVE al menos un tren digno. Lo del tren de la bruja ya huele y es curioso que seamos famosos en el mundo por eso.

-¿Ser joven es una edad?

-No. La ciencia rejuvenece. Huyes de la rutina y cada día es un desafío. He visto a jóvenes muy viejos y a viejos muy jóvenes.