ENTREVISTA | Carlos Gata Periodista, reportero e imitador

«He aprendido a imitar con observación y paciencia»

Carlos Gata es un profesional muy polifacético que compagina el humor y su trabajo en medios de comunicación

Carlos Gata es un profesional muy polifacético que compagina el humor y su trabajo en medios de comunicación / JORGE ARMESTAR

Luis Rollano

Luis Rollano

Este pacense ha participado en varios programas de Canal Extremadura Televisión: monologuista en “Este no es un programa cualquiera”, locutor en “Frágil” o presentador en “X La Cara”. También ha pasado por “Espejo Público” de Antena 3 como reportero. Actualmente trabaja como redactor de informativos en Canal Extremadura Televisión, ejerciendo también las funciones de editor multimedia y presentador de deportes. En octubre se coronó como mejor imitador de España amateur.

El pacense Carlos Gata, mejor imitador amateur de España

El pacense Carlos Gata, mejor imitador amateur de España / JORGE ARMESTAR

Periodista, comunicador, imitador, presentador de televisión, narra partidos de fútbol… ¿Quién es más camaleónico: usted o sus personajes?

Me apasiona la comunicación en todas sus formas, y en cada una de esas facetas puedo sacar una parte de mí diferente. Las disfruto muchísimo todas, aunque también creo que las circunstancias y la inestabilidad laboral del mundo actual me han hecho adaptarme a diferentes perfiles y ser polifacético. Cuando me preguntan cuál me gusta más, o cuál prefiero, realmente no sé qué responder.

¿Cómo comenzó en el mundo de la imitación?

De pequeño, imitando películas de Disney con mi hermano. Nos las aprendíamos y cada uno hacía unos personajes. Después ya aparecieron Cruz y Raya, el Grupo Risa o Carlos Latre, que fueron mis primeras referencias. Lo hacía por diversión y también me servía para disimular que era un chico bastante introvertido.

¿El imitador nace o se hace? ¿Cómo se ha formado para interpretar a sus personajes?

La pasión nace, pero luego hay que trabajarla mucho, la verdad. Creo que pasa lo mismo que con cualquier habilidad. Puedes tener aptitudes para algo, pero si luego no trabajas y te formas, no vas a conseguir demasiado, por mucho talento innato que tengas. He aprendido por observación y con paciencia, de forma autodidacta, y escuchando mucho también. En los últimos años he asistido además a varios cursos de entretenimiento y humor. 

En sus shows es capaz de imitar a 30 personajes en menos de 7 minutos. ¿Qué personaje es el que más le ha costado conseguir?

Siempre nombraré a Boris como uno de los que más me ha costado, porque le dediqué muchas horas sin éxito y, cuando decidí aparcarlo durante un tiempo, de repente encontré la forma de hacer su voz. Recientemente Ancelotti que, gracias a los consejos de Javier Giménez, un gran imitador y uno de mis profesores, lo encontré de una forma muy sencilla cuando a mí solo me estaba costando.

¿Hay algún personaje que sea el favorito del público?

Hay de todo. Sí detecto que el Rey Emérito, Matías Prats, Jaime Ostos, Boris o Luis Piedrahita funcionan muy bien. En Extremadura, la imitación del consejero José María Vergeles también y, últimamente, con personajes como Laporta, Morata, Roberto Brasero, Pedri o Jordi Hurtado, he tenido mucho éxito en las redes sociales.

Se ha coronado como el mejor imitador amateur de España. ¿Qué supone para usted este premio?

Para mí supone una satisfacción enorme por el reconocimiento que supone al trabajo, pero me quedo con haber actuado en un lugar tan especial como Cines Callao, ante tanta gente y con unos compañeros buenísimos. Lo disfruté enormemente y, ahora, toca seguir trabajando.

Carlos Latre ha sido el padrino de ese concurso. ¿Qué supone Latre para usted?

Una referencia y un modelo a seguir. Y no hablo únicamente a nivel artístico, también a nivel personal. Es alguien cercano, trabajador, alegre y que transmite mucha energía positiva. Como imitador, por supuesto, supone un espejo en el que mirarme y del que aprender.

¿Cómo se posiciona en el debate actual sobre los límites del humor? ¿Podemos reírnos de todo?

Creo que es un tema complicado, la verdad. El límite puede que lo marque cada uno, porque el humor es una cosa muy personal, y lo que a ti alguien le molesta, a otro puede que no, y viceversa. También depende de las circunstancias y del público que tengas. Yo tengo una forma de hacer humor y hacer chistes y otros humoristas tienen otras formas. Todas son válidas. Quizá no deba haber límites pero sí autocontrol. Esta frase se la leí a Latre, (ríe).