La Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a dos años y medio de prisión a un hombre por abusar sexualmente de una menor de 10 años y que sufría una discapacidad, a la que realizó tocamientos en pechos y genitales.

En una sentencia dada a conocer este jueves y contra la que cabe recurso, la Audiencia también prohíbe al acusado acercarse y comunicar con la menor durante cinco años, le impone una medida de libertad vigilada tras su salida de prisión de otros cinco y fija en 9.000 euros la indemnización que deberá abonar a los padres de la niña.

Según el relato de hechos, el hombre, que mantenía una relación de amistad con la familia de la niña, aprovechó que ésta quería ir a su casa a ver a sus perros para llevarla en su vehículo. Una vez en su vivienda, realizó tocamientos a la menor.

Cuando la menor volvió a su casa, la madre, según relató en el juicio, celebrado el pasado mes de marzo, "no le notó nada raro", pero después, cuando la llevó al baño, vio que "tenía sangre en la braga".

Al preguntarle, la niña dijo primero que se había dado un golpe en casa del acusado, pero al insistirle la madre se puso "como nerviosa" y terminó diciendo que se lo había hecho el hombre.

Junto a ello, el tribunal se refiere a las huellas biológicas del acusado en los pechos de la menor y en la zona de la entrepierna. Así, indica que, según la pericial forense practicada en la vista "los hisopos mamarios determinan que hay depósito de saliva en esa zona, ya directamente o por contacto de la saliva con la mano, apareciendo en la braguita marcadores genéticos de varón" que coinciden con los del acusado, "producidos por contacto" con la superficie cutánea.

Sin embargo, no considera probado que se produjera una penetración vaginal con un dedo, como relató la menor, dado que "no se aprecia ningún tipo de lesión".