Segunda detención en apenas tres díasJuan Francisco Vargas, el padre de Yéremi, el niño desaparecido en Vecindario, vuelve a ser denunciado por un supuesto delito de abuso sexual a otra adolescente de 13 años, en unos hechos que tuvieron lugar supuestamente hace un año en el pueblo de Corralejo, en Fuerteventura, mientras convivía con la madre de la joven, si bien no fue hasta el miércoles de esta semana cuando tomó la decisión de poner los hechos en conocimiento de la Policía Nacional. Lo hizo, según declaró la víctima, animada por la denuncia que había interpuesto previamente este lunes contra él su propia hija en Las Palmas de Gran Canaria, de la misma edad que la anterior, y que era en este caso fruto de una relación sentimental posterior a la que tuvo con la madre del niño que se busca desde hace 14 años. Por este primer caso se encontraba bajo investigación y con una orden de alejamiento y prohibición de comunicación con la menor, dictada por una jueza.

La nueva denuncia contra Vargas se registró en la sede de la Policía Nacional en la capital majorera el miércoles. Según el relato de la menor, los hechos sucedieron en Corralejo, pero no se atrevió a denunciarlo cuando sucedieron hace un año por miedo a sufrir represalias porque él vivía en Fuerteventura.

Al parecer, el detenido y la madre de la joven denunciante mantenían una relación, por lo que los hechos pudieron suceder presuntamente mientras la madre se encontraba fuera del domicilio. Este vínculo entre la pareja se rompió supuestamente a finales del año pasado.

Un perfil muy parecido

Es la hermana de la adolescente majorera afectada quien informa a su madre, por lo que decidió poner los hechos en conocimiento de los policías. Al tener conocimiento de la denuncia presentada este miércoles en Fuerteventura, un equipo de la Unidad de Protección a la Familia y Mujer (UFAM) del Cuerpo Nacional de Policía de la jefatura Policía Nacional de Las Palmas se desplazó a la capital majorera para tomar declaraciones a la menor, con quien estuvieron la tarde y parte de la noche.

Y tras dar verosimilitud a la versión de la supuesta víctima sobre un presunto caso de agresión sexual, los agentes nacionales procedieron en la mañana del jueves a la detención por segunda vez esta semana del padre de Yéremi en Gran Canaria, donde se encuentra viviendo en estos momentos.

Ahora, Juan Francisco Vargas permanece detenido por este nuevo caso de un posible delito de abuso sexual, a la espera de pasar a disposición judicial, que podría ser en Puerto del Rosario. Lo haría por segunda vez en lo que va de semana por unos hechos muy similares, con dos adolescentes de la misma edad, pero con hechos ocurridos en islas distintas y mientras ha estado con diferentes parejas sentimentales.

La hija, de 13 años, ya presentó en la mañana del lunes la primera denuncia contra él. Eran las tres de la madrugada cuando la denunciante comenzó a dar gritos manifestando que estaba siendo agredida sexualmente.

Vecinos de la zona señalaron que con los gritos les despertaron y que en pocos minutos se personaron en el domicilio los agentes y se llevaron al supuesto autor.

La menor aseguraba que el autor del abuso era su padre, presentando la denuncia en las dependencias de Policía Nacional posteriormente.

Vargas pasó a disposición judicial este martes. En este caso, optó por hacer uso de su derecho a no declarar en el Juzgado de Instrucción número 6 de Las Palmas de Gran Canaria. La jueza de guardia decretó su libertad provisional con cargos. Entre ellos, una orden de alejamiento de la supuesta víctima, mientras se aclaran los hechos, según el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).

A pesar de su silencio en la sede judicial, Juan Francisco Vargas remitió una carta a Telecinco en la que se defendía de la acusación de su hija tras la amplia repercusión social que había tenido el caso en toda España.

En el escrito alegaba: "Me quedé dormido y me despertó mi hija diciendo que había intentado violarla. Me desmayé de la impresión, me quedé dando convulsiones en el suelo", detalla Vargas. Manifiesta también que su familia "está fatal" por la acusación. "Yo daría todo por mi hija", añade para defenderse.

Un vecino que se despertó con los gritos apuntó que oyó al padre preguntarle si le iba a denunciar, tras lo cual señala que lo vio tumbado en el suelo.

La actual pareja, que se encontraba en ese momento del supuesto abuso sexual en el domicilio familiar, corrobora el relato de Juan Francisco Vargas sobre los hechos.

"Estábamos cuatro personas en la cama, Juanfran en el lado derecho, yo en el lado izquierdo, mi hijo en la parte baja de la cama y la niña en el medio".

Un colaborador de la citada televisión señala que "Vargas dice con un dolor tremendo que él estaba durmiendo porque llegó de trabajar, que con una mano estaba acariciando a su novia mientras se quedaba dormido y con la otra abrazaba a su hija".

Lo que cuenta, indican desde la televisión, "es que se quedó dormido y que, justo cuando se despierta, aparece la policía, lo detienen, que él no se estaba enterando absolutamente de nada y veía a la niña decir ‘papá, papá, me estás agrediendo sexualmente'".

Dos historias negras alejadas

La madre de Yéremi, Ithaisa Suárez, recalcó después de la primera detención que "este tema no tiene absolutamente nada que ver" con lo que le pasó a su hijo. Como se recordará, Yéremi Vargas desapareció el 10 de marzo del 2007 cuando tenía siete años. El niño se encontraba jugando en un solar situado junto a la casa de los abuelos en Vecindario. Las miradas policiales se han centrado en Antonio Ojeda, conocido como El Rubio, que también ha estado en prisión por otra condena de cinco años por abusos sexuales a otro niño de nueve años en 2012. Sin embargo, la Guardia Civil no consiguió demostrar su supuesta participación. La familia materna recurrió hace dos años al conocido y televisivo abogado Marcos García Montes para reabrir el caso con nuevas pruebas, aunque siguen sin presentarse.