La jueza del Juzgado de lo Penal I de Barcelona Beatriz García-Valdecasas ha ordenado la detención y el ingreso en prisión de Éric C. T. G, de 40 años y residente en el barrio barcelonés de Horta-Guinardó, acusado de la difusión a través de internet de la foto de la violación a la víctima de 'La manada' de Pamplona. El imputado no se ha presentado al juicio que debía celebrarse en la Ciudad de la Justicia. Ante esta incomparecencia, la fiscalía y la acusación, tanto la particular como la popular, han reclamado su arresto y encarcelamiento, mientras que el abogado Gorka Nart ha renunciado a la defensa después de intentar localizar a su representado, sin éxito.

Después de más de media hora de espera, la jueza ha hecho entrar en la sala a la fiscal y a los abogados. La defensa ha informado de que una hermana de Éric C. T le ha explicado que el imputado se encontraba en urgencias en el Vall d'Hebrón. Este razonamiento no ha convencido a las acusaciones ni a la jueza que ha decretado su ingreso en prisión. Este vecino de Horta-Guinardó, de profesión mecánico, se enfrenta a una petición por parte de la fiscal de dos años y medio de cárcel por un delito contra la integridad moral en concurso con otro de revelación de secretos. Por su parte, las acusaciones le reclaman tres años de prisión. Estaba previsto que la víctima declarara a través de videoconferencia.

La fiscalía sostiene que el acusado publicó las imágenes y los datos de la víctima de la violación en grupo ocurrida en los Sanfermines del 2016 en una página web. En tres "posts" de internet, añade el ministerio público, Enric C. T. G. colgó reseñas de la joven agredida y fotos que habían sido ya publicadas por terceras personas en otros foros, procedentes de distintas de redes sociales, de la propia víctima o de sus amistades.

Entre los datos difundidos por el imputado, subraya la fiscalía, figuraba una copia del DNI, el nombre y apellidos de la mujer, su formación académica y zona de residencia, así como varias fotografías, algunas de ella y otras de uno de los momentos de la violación que sufrió en el interior de un edificio de la capital navarra. El objetivo, según la acusación pública, era "burlarse" de ella y crearle "inquietud moral".

Èric C. T. G, que fue identificado por la Policía Nacional, alegó en su declaración ante el juez instructor que se limitó a tomar pantallazos de datos que imágenes de la víctima que circulaban por internet y que los utilizó en mayo del 2017 para replicar, en un chat de dimensiones menores, a un internauta. El acusado admitió, eso sí, que no dispone de wifi en su casa, por lo que utilizó el de una vecina.