En España hay muchos falsificadores de billetes. Pero buenos hay muchos menos. Y con capacidad para venderlos a gran escala, casi ninguno. Casi toda la moneda de papel falsa procede de Europa del este o del sur de Italia. La reflexión, del sargento Sergi Sánchez, jefe de la Unitat Central de Moneda Falsa de los Mossos d'Esquadra deja claro por qué la última operación de los Mossos d'Esquadra y de la Policía Nacional contra una banda que ha sido capaz de fabricar y distribuir medió millón de euros en billetes falsos no ha sido una intervención más en el día a día de quienes persiguen a los timadores de moneda.

Los hacedores eran tres y trabajaban desde Reus, Salou y Tarragona. Eran una madre lituana, su hijo y un amigo íntimo de este. Eran buenos en su trabajo por tres motivos: habían sido capaces de trucar impresoras de inyección, usaban un papel que daba el pego y obtenían holografías, adquiridas probablemente en China, bastante logradas. Los tres elementos, sin embargo, también sirvieron a los policías para reconocer sus billetes y comenzar a buscar a sus autores. Según las cifras del Banco de España, este grupo sea posiblemente el más activo de los últimos años en la generación de moneda falsa. El medio millón acreditado es solo eso: el que han podido acreditar. La cantidad real de billetes que han fabricado y vendido se desconoce.

La distribución

Los compradores de billetes falsos contactaban con estos tres productores en la dark web. Y si querían comprar moneda falsa tenían que pagarles con bitcoins, no aceptaban otro método de pago. Tras abonar la cantidad acordada, los billetes llegaban a través de empresas de mensajería. Nadie veía nunca a los fabricantes. Este segundo grupo, el de los compradores, eran quienes los ponían en circulación comprando cosas o los revendían a terceros, a menudo, a través de canales de Telegram que para los policías, dada la matriz rusa de esta empresa de mensajería electrónica, son complicados de rastrear. Aunque no imposible.

Según informan este viernes ambos cuerpos, en el dispositivo policial para detener a falsificadores y distribuidores se realizaron además diez entradas y registros por orden judicial, nueve de ellas en Cataluña y otra en Estepona (Málaga). A los catorce arrestados --7 en Tarragona, 5 en Barcelona, uno en Lleida y otro en Estepona--, se les atribuye los delitos de falsificación de moneda, tráfico de drogas, estafa, defraudación de fluido eléctrico y pertinencia a grupo criminal.

En los registros policiales, se intervinieron 25.000 euros falsos en billetes de 50 euros y 6000 euros falsos en billetes de 10 euros, dos impresoras de alta resolución, un escáner y papel para la falsificación de billetes y banda holográfica. Además, han incautado dos armas detonadoras y una ballesta, material informático y varios dispositivos móviles, 240 plantas de marihuana, 1.200 kilos en cogollos y ocho placas y media de hachís listas para vender.