La Audiencia Provincial de Castellón ha rechazado imponer la prisión permanente revisable a Antonio Fernández Demetrio, el joven de Almassora declarado culpable de matar a golpes a su bebé de tan solo 10 meses en Almassora (Castellón)en el año 2020. Tras considerarlo culpable por unanimidad el jurado popular, el magistrado presidente ha dictado ahora sentencia condenatoria en la que le impone 26 años y medio de prisión por los delitos de asesinato, lesiones y violencia habitual.

Tanto el tribunal del jurado, como la Fiscalía, habían abogado por sentenciar a prisión permanente revisable al procesado, pero la Audiencia destaca en la sentencia a la que ha tenido acceso este periódico que el dolo es eventual y que el condenado no tuvo la intención directa de matar, como determinaron los jurados. Así pues, aunque se considera que existió delito de asesinato al entender que hubo alevosía porque debido a la corta edad del bebé no hubo posibilidad de defensa, el magistrado considera demasiado elevada la medida de prisión permanente revisable.

Hechos probados

La sentencia declara probado que el 13 de septiembre del 2020 en el domicilio familiar de la calle San Pedro el menor empezó a balbucear y a llorar. Antonio Fernández, que no podía dormir por ello, se dirigió a la cuna de su hijo y conociendo la alta probabilidad de que se produjera la muerta del bebé, lo cogió y lo golpeó en dos ocasiones contra la pared, causándole lesiones consistentes en un traumatismo craneoencefálico que acabaron con su vida.

Se negó a declarar en el juicio

Durante el juicio el ya condenado se negó a declarar y no quiso responder ni siquiera a las preguntas de su abogado. Sí declaró como testigo la madre del bebé --condenada por asesinato por omisión por la Ley del Menor--, quien dijo: «Él tenía celos del bebé y dijo que si yo contaba lo que le hizo me mataría». La chica, que tenía 17 años cuando sucedieron los hechos, dijo sentirse culpable por no haber protegido a su hijo.

«El bebé tenía una fractura craneal e ingresó en la UCI pediátrica. Los médicos estaban convencidos de que eran malos tratos», explicó en el juicio por el parricidio de Almassora uno de los investigadores de la Guardia Civil.

¿Cómo se destapó el brutal suceso?

Este caso se destapó cuando la pareja llevó al niño al centro de salud, desde donde lo enviaron al Hospital General de Castellón. Fueron los pediatras de este último quienes dieron la voz de alarma porque la gravísima lesión era impropia de un accidente y ya había un expediente por unos posibles malos tratos anteriores.

La defensa de Antonio Fernández, ejercida por el letrado Rubén Cobo, sostiene que, aunque no comparte el relato de los hechos que el jurado consideró acreditados, la calificación jurídica es totalmente ecuánime y la condena, proporcional.

La sentencia de la Audiencia no es firme y cabe recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).