La Policía Nacional investiga la muerte accidental por negligencia de un invidente de 58 años que falleció el miércoles al caer por el hueco del ascensor de su finca, en Valencia, desde el acceso del tercer piso. Fue el operario de la compañía de ascensores que había acudido al inmueble a reparar el aparato, averiado desde primera hora de ayer, quien descubrió el cuerpo sin vida del hombre, en el fondo del hueco del ascensor.

Según la información que está llevando a cabo el grupo de Homicidios de València, el fallecido, que residía en el quinto y último piso del edificio, ubicado en el número 5 de la Gran Vía Ramón y Cajal, trató de coger el ascensor en su planta, pero, al ver que no respondía a la llamada y que la puerta no se abría, debió creer que estaba parado en algún piso porque alguien habría dejado la puerta abierta, así que empezó a bajar por la escalera.

El hombre probó en el cuarto, pero la puerta tampoco se abrió, así que descendió hasta el tercero. Una vez allí, la puerta sí se abrió, por lo que creyó que era allí donde estaba detenido el aparato y dio un paso al frente, cayendo al vacío. El ascensor, que estaba averiado, circunstancia que la víctima debía desconocer, estaba en realidad atascado en la cuarta planta, razón por la que se había llamado al servicio técnico.

Ahora, la Policía Nacional trata de averiguar cómo pudo abrirse la puerta del ascensor en la tercera planta si el aparato no estaba en esa altura o si alguien la dejó abierta, lo que provocó que el hombre acabase precipitándose por el hueco. Otro de los puntos es intentar establecer a qué hora se produjo el siniestro y por qué nadie lo encontró hasta que llegó el operario.