Fue "un servicio perfecto", en el que afortunadamente todo salió bien, pero en el que también se vivieron momentos de angustia. Carlos U. S.el policía local que salvó la vida a una pareja de nonagenarios en un incendio en Torre Pacheco, cuenta a La Opinión de Murcia, del grupo Prensa Ibérica, cómo fue su decisiva intervención en una casa afectada por una gran cantidad de humo originado al arder frente a la vivienda dos coches. Su rápida actuación, así como la de sus compañeros, evitó un fatal desenlace para la pareja de ancianos: "Si llegamos a tardar un minuto más se asfixian".

Los hechos ocurrieron sobre las tres de la madrugada del lunes, cuando alguien incendió un coche aparcado en la calle Saavedra Fajardo de Torre Pacheco. Se sospecha que fue a propósito de una deuda y el Instituto Armado se ha hecho cargo de la investigación. Las llamas se propagaron hasta un segundo vehículo, estacionado al lado, y el fuego originó una gran cantidad de humo que se adentró en las viviendas más próximas, entre ellas, la más afectada, la casa donde dormía un matrimonio de nonagenarios, que evitó la intoxicación por humo gracias a la rápida intervención de la Policía Local.

Los agentes fueron los primeros en acudir al lugar del incendio. "Llegamos rapidísimo, en unos dos minutos", especifica Urrea, el policía que no dudó en adentrarse en la casa invadida por el humo para salvar a los ancianos. "Un vecino nos dijo que había dos personas mayores dentro de la casa, así que le pedí entrar a su patio para acceder al de ellos, porque la puerta principal estaba bloqueada por las llamas y se estaban produciendo explosiones en los coches"explica el agente, de 40 años de edad.

Una vez en el patio del inmueble, el agente escuchó los gritos de la anciana: "Intenté echar abajo la puerta que conectaba con el interior de la casa, pero fue imposible, así que empecé a golpear la ventana y entonces la mujer la abrió". Con esfuerzo, ya que la nonagenaria se encontraba "bastante aturdida", Urrea consiguió que le atendiera y abriera la puerta. "La saqué a ella y entonces fui a por su marido".

La humareda invadía por completo la casa y el anciano se encontraba en el marco de la puerta del dormitorio, "muy nervioso". "Lo levanté en peso y lo saqué de allí". Una vez que ya había evacuado al matrimonio del interior de la vivienda, el policía los llevó hasta un cuarto de lavadoras que tienen en el patio, "para reguardarlos del humo". Urrea se quedó fuera "para controlar que las llamas no se extendieran", pero en un momento dado empezó a notarse afectado por el humo que había inhalado y se metió con ellos.

A su vez, el resto de agentes de la Policía Local se encargaron de evacuar a los vecinos de la vivienda adyacente, familiares del matimonio de nonagenarios, así como de coordinar la llegada de los Bomberos del Consorcio de Extinción de Incendios y Salvamento (CEIS), que, al salir desde su base en Los Alcázares, aparecieron a los 10-15 minutos del aviso.

"Cuando vi llegar a los bomberos fue un alivio", asegura Carlos Urrea, que aguardaba con los ancianos, tranquilizándolos, en el cuarto de lavadoras. Los bomberos abrieron las ventanas y utilizaron un ventilador profesional para sacar el humo de la estancia y que así los tres pudieran salir. Al instante fueron atendidos por lo sanitarios que habían acudido, quienes les pusieron oxígeno, y los bomberos se encargaron del humo y el fuego.

"Los sanitarios atendieron a los ancianos y luego a mí. Aunque los policías hacemos deporte y aparentemente estamos en buen estado de salud, querían asegurarse de que todo estaba bien, porque había inhalado mucho humo, y me trasladaron al hospital", explica el agente. En Los Arcos continuó con oxígeno durante una hora y media y le realizaron las pruebas pertinentes, que arrojaron que todo estaba en orden. Afortunadamente, tanto la pareja como el agente se encuentran en buen estado de salud. Ese mismo día, Urrea continuó trabajando y hoy hace lo propio.

Aunque en sus 16 años de profesión como policía Carlos Urrea se ha enfrentado a situaciones peores, "porque por desgracia se ven cosas más duras", el rescate que realizó en la madrugada del lunes no fue fácil. "Tenía la situación bajo control y piensas que no va a pasar nada malo, pero siempre tienes tus dudas", apunta. Eso sí, su intervención en el incendio ha marcado su carrera porque es su actuación "más satisfactoria y gratificante".

"El servicio salió perfecto y da mucho gusto ver que tu trabajo es valorado", afirma el agente, que ha recibido las felicitaciones del alcalde del municipio, así como de compañeros y otros vecinos. El policía hace hincapié en que "el protagonismo no es solo mío, fuimos un equipo". La coordinación entre los efectivos de emergencias y la valentía de Urrea evitó una desgracia e hizo que todo quedara en un susto.