El presunto yihadista detenido el pasado jueves en la localidad de Campos incitaba, desde varios perfiles en las redes sociales, la violencia contra las autoridades, sobre todo contra la Policía.

El individuo, de 52 años de edad, de nombre Rachid, llevaba siendo investigado desde hacia varios meses por la Policía, que ya había interceptado varios de sus mensajes amenazantes. El hombre, de origen marroquí, aunque con pasaporte español, fue presentado esta mañana ante el juez de la Audiencia Nacional, que se encarga de los temas de terrorismo. El magistrado ordenó el ingreso en prisión, acusado de los delitos de adoctrinamiento y amenazas con fines terroristas.

Su detención se llevó a cabo en una operación conjunta coordinada desde la Comisaría General de Información, en la que también la Policía de Palma y de San Sebastián. El operativo fue dirigido bajo las órdenes del juzgado central de instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, que fue el que autorizó la detención inmediata del sospechoso.

Fue en el mes de septiembre del año pasado cuando la Policía detectó en las redes sociales un perfil sospechoso. Era un perfil que realizaba publicaciones a favor del movimiento yihadista. Pronto las sospechas se centraron en el detenido el jueves en Mallorca y se averiguó que gestionaba varios perfiles a través de las redes sociales. Contaba con cientos de seguidores y tenía la costumbre de difundir discursos en los que lanzaba amenazas contra personas que representaran la autoridad, sobre todo si se trataba de policías o de militares. En estos mensajes se presentaba como yihadista, muyahidin y sicario de Ala, según confirmaron fuentes policiales.

El sospechoso, que es de nacionalidad española, no contaba con ningún domicilio estable en España. Había vivido en varias ciudades y había llegado a la localidad de Campos a principios de esta semana. Los mensajes radicales en las redes sociales los escribía desde su teléfono móvil.

A principios de este año la Policía descubrió que el detenido había viajado a Egipto. Su intención era desplazarse a Sudán, pero no lo logró al ser detenido en Egipto. Las autoridades de este país ordenaron su inmediata expulsión a su país de origen y retornó a España.

En el seguimiento que le ha hecho la Policía se ha comprobado que las amenazas para atentar contra policías o militares, así como la propaganda hacia el movimiento a favor de Daesh se multiplicaron en las últimas semanas. Además, escribió mensajes mucho más radicales, e incitaba a sus seguidores a que cometieran un atentado contra los policías. Ante esta situación se decidió su detención, que se llevó a cabo el jueves. Fue localizado en un garaje de la calle Jaume II de Campos, que era utilizado como almacén por una empresa de construcción. Al parecer, el propietario de esta empresa le permitió pasar la noche en este garaje, sin saber que se trataba de un simpatizante yihadista.

Al ser detenido, sin que ofreciera la más mínima resistencia, se procedió a intervenirle documentos que llevaba encima, que se consideran de interés para la investigación. También se interceptó un dispositivo electrónico y un cuchillo, que según comprobó la Policía, siempre lo llevaba encima.

Los investigadores han comprobado que el individuo no había establecido ningún tipo de relación con personas afines a sus ideas en Mallorca, ya que apenas llevaba unos días residiendo en Campos.