La Virgen de la Aurora regresó ayer a su ermita tras protagonizar el día antes, Domingo de Resurrección la popular Carrerita.

Lo hizo arropada por miembros de su hermandad, que iniciaron el recorrido bien temprano desde la iglesia de la Asunción.

La imagen de la Carrerita salió de la plaza de España en dirección a las calles Lares y San Francisco, para posteriormente dirigirse a las afueras de Villanueva y hacer el Camino de Pontezuela, finalizando en la ermita para disfrutar del día de campo aprovechando la espléndida jornada.

Por otra parte, la ermita de las Cruces de Don Benito acogió el ya acostumbrado Encuentro de Lunes de Pascua en una jornada presidida por un sol radiante.

Las protagonistas fueron las dos tallas realizadas por el escultor José Antonio Martínez. Por la parte de arriba del pequeño cerro salió el Resucitado llevado por chicos. Por la parte de abajo salió el pequeño paso de la Virgen María llevado por jóvenes muchachas.

Ambas imágenes salieron a correr y se encontraron en el pasillo hecho por los devotos, quienes a la vez agitaron cruces y dieron vivas a la Virgen y al Resucitado. Al paso de María se le retiró el manto oscuro para dejar lucir una vestimenta azul claro sobre blanco que ya estrenó el pasado año.