Medellín se ha convertido este fin de semana en la capital cultural de las Vegas Altas un año más gracias a las distintas actividades desarrolladas en torno a las representaciones de la extensión del Festival de Teatro de Mérida. La belleza monumental de la villa y el alto nivel de las obras del festival se han combinado con el siempre atractivo mercado de época.

Las actividades arrancaron el viernes con talleres artesanales y la apertura del mercado en la plaza de Hernán Cortés. Después dio comienzo el pasacalles ‘Ícaro’ de Asaco Producciones y el propio festival, que recorrió la villa haciendo paradas en la plaza de España y plaza de Hernán Cortés y fue seguido por bastante público.

Músicos de circo romano acompañaban a tres extraños vehículos alados, donde viajaban personajes venidos del mundo de los mitos y las leyendas, discípulos de Ícaro, que enseñaron a volar al público, invitándolos a volver con ellos al Mar Icaria. Salvaban así a los participantes de la terrible ola de calor, y huían, como Ícaro, gracias a sus discípulos, que mediante un show musical itinerante, compartieron sus diferentes sabidurías y técnicas de vuelo.

Durante el recorrido, los vehículos realizaron varias paradas en las que desarrollaron un show musical cómico mediante escenas en las que presentaron a los personajes, sus hazañas y sus dones.

Tras la ceremonia del encendido sagrado a cargo del grupo de teatro Francisca Cortés Guillén, se representó Antígona en el teatro romano, una coproducción del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, El Desván Producciones y Teatro Español, con la colaboración de la Embajada de México.

Fernando Cayo, sensacional, encabezó un magnífico plantel junto a Irene Arcos, Clara Sanchis, Isabel Moreno, Elías González y Domingo Cruz. La obra, de David Gaitán, aborda el tema de la democracia representativa, la transición que las fuerzas políticas de oposición tienen que atravesar una vez que consiguen el objetivo de ocupar el poder, la desinformación como estrategia para incidir en procesos democráticos y la popularidad como disfraz para discursos de odio.

Ayer sábado se llevaron a cabo nuevos talleres artesanales y el mercado de época, así como una recreación de lucha de gladiadores a cargo de la asociación Emérita Antiqua y la escenificación de la obra Cayo César, una coproducción de Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y Atakama. En este drama en un solo acto, Agustín Muñoz Sanz se adentra en la etapa pública más conocida del tercer emperador romano y heredero de Tiberio, Cayo César, más conocido como Calígula, un personaje caprichoso, histriónico, extravagante, cruel, vengativo, amoral e inmoral.

Este domingo, a las 19.30 horas se abrirá el mercado artesanal, coincidiendo también con el pasacalles ‘Kukur Tihar’ a cargo de la comparsa Themba. Sobre las 20.00 horas tendrá lugar un taller de mosaicos. A las 22.45 se representará en el teatro romano la obra ‘La comedia de la cestita’ y a las 00.30 tendrá lugar la ceremonia de apagado del fuego sagrado