¿Se imaginan ver en la plaza de su pueblo a Queen, Chenoa, David Bisbal o Héroes del Silencio y todo en una misma noche? Pues eso es lo que pensaron José Luis Borrego y Olga Sánchez hace poco más de un año cuando la explosión de la pandemia por el coronavirus obligó a cancelar todos los bolos que tenían contratados con su orquesta Kontraste.

Estos dos jóvenes empresarios de la localidad pacense de Ruecas decidieron reinventarse en el peor momento de la pandemia para seguir subsistiendo gracias a su negocio: la música. “Vimos que teníamos que hacer algo porque nos cancelaron todas las verbenas”, señala Olga. Y fue entonces cuando a su marido y también socio, José Luis, se le ocurrió la idea de montar un espectáculo musical para aprovechar sus recursos técnicos y logísticos, y adaptarlo a la nueva realidad. Esa en la que el público debía estar sentado y en la que bailar estaba terminantemente prohibido.

Fue ahí cuando nació 'Tu música me suena', un espectáculo basado en la representación de algunos de los artistas musicales más emblemáticos de ayer y de hoy, adaptándolo a todos los públicos. Peret, Lina Morgan, David Bisbal, Daddy Yanke, etcétera. Más de 30 artistas de todo tipo de música. Un espectáculo musical y visual cuya duración oscila las dos horas y en el que los cantantes van caracterizados de los artistas a los que interpretan.

Después de un año de su puesta en marcha ya han pasado por multitud de localidades de diversos puntos de la región como Montánchez, Valdecaballeros o Villamesías, entre otras. “El verano pasado tuvimos pocos bolos, pero este año ya es otra cosa. Aún así estamos a un 20% de lo que sería nuestro volumen de trabajo de un año normal”, reconoce Olga Sánchez.

Ambos señalan que en un año normal tendrían reservadas unas 40 fechas de enero a diciembre, siendo los meses de verano su principal momento de actividad del año. Para esta empresa familiar su actividad es mucho más que entretenimiento. Supone también una fuente de ingresos para más de una quincena de personas a las que emplean entre cantantes, bailarinas o técnicos. Ahora prefieren vivir solo el presente y no pensar mucho en el futuro, aunque esperan que a partir del próximo mes de febrero puedan comenzar a recuperar la normalidad y la actividad que tenían antes de la pandemia, esa que tanto trabajo les ha costado lograr desde su nacimiento en 2007.