Una de las dudas más frecuentes por parte de los ciudadanos de Don Benito y Villanueva de la Serena desde que conocieron el proyecto de fusión entre ambas localidades es la relativa a los impuestos. ¿Van a subir? ¿Se van a mantener? ¿Van a bajar? Esas son las preguntas más habituales. Unas cuestiones a las que los alcaldes de ambos municipios, José Luis Quintana, de Don Benito, y Miguel Ángel Gallardo, de Villanueva de la Serena, ya han dado respuesta en más de una ocasión, siempre amparadas por un estudio sobre la organización territorial municipal en la provincia de Badajoz, que ha sido elaborado por Francisco Pedraja y Javier Suárez , de la Universidad de Extremadura, y José Manuel Cordero, de la Universidad de Oviedo.

Dicho estudio se ha basado en un análisis pormenorizado de las partidas de ingresos y gastos de los presupuestos de los dos municipios y de él se desprende la existencia de claras similitudes en el ejercicio de la capacidad normativa sobre los tributos locales que componen el sistema tributario municipal, lo que a juicio de los autores de este trabajo «facilitará claramente el proceso de fusión». En este sentido, el estudio recoge que la unión de las dos localidades no supondría cambios relevantes en las cuantías que deben satisfacer los ciudadanos de Don Benito y Villanueva, es decir, que los impuestos se mantendrían sin cambios significativos para los vecinos de las dos localidades. En concreto, la capacidad fiscal es mayor en Villanueva en el IBI urgano y el IAE, mientras que en Don Benito lo es en el IBI rústico, el impuesto de vehículos y en el de plusvalías, un elemento favorecedor del proceso de integración, según los promotores del estudio.

Más financiación estatal

Sin embargo, una de las principales ventajas que traería consigo la unión de estos dos municipios pacenses tiene que ver con los efectos favorables sobre los recursos procedentes de la Participación en los Ingresos tributarios del Estado (PIE), que constituye la principal fuente de financiación a través de transferencias de los municipios. De hecho, la unión entre Don Benito y Villanueva acarrearía el incremento de la financiación procedente de fondos estatales, algo que ya han remarcado en ocasiones anteriores los ediles. Aumentaría el coeficiente multiplicador aplicable para municipios de menos de 75.000 habitantes que no son capitales de provincia o de comunidad autónoma, por lo que el coeficiente de la ciudad resultante pasaría de 1,3 a 1,5 como consecuencia del grupo de población (pasaría de 50.000 habitantes) y por el incentivo recogido en la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local que promueve los procesos de fusión. Es definitiva, la financiación se vería incrementada en 1,4 millones de euros, es decir, un 13,85% con respecto a la PIE conjunta de ambos municipios. También supondría un incremento en términos per cápita de un 11%.

Para llegar a esta conclusión los autores del estudio, encargado tiempo atrás por los alcaldes de ambas ciudades, se han basado en los datos del ejercicio de 2019. Si bien, los presupuestos de ambos consistorios para este 2022 serán de 38,5 millones de euros en el caso de Don Benito y de 24,7 millones de euros en el de Villanueva de la Serena.

Otra de las ventajas del proceso de fusión radica en la disminución del gasto público, según se recoge en el citado estudio. En él se analizan los efectos que una hipotética fusión tendrían sobre los principales servicios municipales. Aquí, dada la cercanía geográfica entre ambos núcleos poblacionales, podría tener lugar una reducción de las partidas de gasto en determinados servicios como la recogida de residuos sólidos, el abastecimiento de agua o el saneamiento. Todo ello gracias a que la estructura de este tipo de servicios es similar en ambos municipios.

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El estudio también recoge que Villanueva de la Serena posee un mayor grado de externalizacón de los servicios, donde existen concesiones administrativas con un largo plazo de vencimiento. Por eso el estudio sugiere la posibilidad que desde las administraciones locales se estudie la viabilidad de incorporar a las empresas concesionarias privadas al consorcio que actualmente impulsa la Diputación de Badajoz.

Del documento también se extrae que el hecho de que ambos consistorios cuenten con una estructura saneada y con bajos niveles de deuda puede suponer un elemento «claramente favorecedor» de cara a que la fusión se pueda hacer efectiva. No obstante, recuerdan, los ahorros y beneficios del proceso de fusión no se pondrán de manifiesto inmediatamente en su totalidad, sino que será un proceso a medio o largo plazo que tendrá su momento decisivo el próximo 20 de febrero.