La Junta de Extremadura retomará las excavaciones e investigaciones en el yacimiento tartésico de Casas del Turuñuelo tras obtener la propiedad de los terrenos. Además, el objetivo del Ejecutivo regional es detener el deterioro que presenta y acometer una excavación integral. En este sentido, también se contempla realizar un cerramiento del terreno, así como la renovación de la actual cubierta, que se irá extendiendo a medida que avance la excavación como medidas imprescindibles y urgentes para la propia conservación. Esas son las principales novedades que ha avanzado este viernes el consejero de Economía, Ciencia y Agenda Digital, Rafael España, quien ha visitado el yacimiento junto al secretario general de Ciencia, Tecnología, Innovación y Universidad, Jesús Alonso. También el alcalde de Guareña, Abel González, ha estado presente.

Se trata de la primera visita tras la aprobación del decreto de expropiación forzosa emprendida por la administración autonómica y su posterior ocupación de los terrenos realizada el pasado lunes 24 de enero. El consejero ha resaltado la «importancia» de este enclave, así como la «magnífica conservación de su arquitectura y la riqueza de los materiales que guardaba». En la actualidad, los proyectos de investigación que se continuarán en este yacimiento se circunscriben al proyecto del Plan Nacional I+D+i ‘Construyendo Tartesos’ del Ministerio de Ciencia e Innovación y, por otra parte, del Plan Regional I+D+i (PRI) de la Consejería de Economía, Ciencia y Agenda Digital ‘Estudio de la hecatombe de Casas del Turuñuelo’, liderados por los investigadores Sebastián Celestino y Esther Rodríguez, del Instituto Arqueología de Mérida, instituto mixto de investigación CSIC-Junta de Extremadura..

Asimismo, los proyectos de investigación que se continuarán en este yacimiento han estado liderados por los investigadores Sebastián Celestino y Esther Rodríguez, del Instituto de Arqueología de Mérida, instituto mixto de investigación CSIC-Junta de Extremadura. La primera campaña de excavación en este yacimiento se produjo en 2015, sucediéndose varias más hasta hoy día.

Parte de la excavación arqueológica se ha realizado con fondos de la Diputación Provincial de Badajoz y en el proyecto participan varios centros de investigación nacionales e internacionales, donde destacan, además del Instituto Arqueológico de Mérida, la Universidad de Extremadura a través de la Escuela de Ingenieros Industriales de Badajoz, de Geoinformación y Geomática de Mérida y de la Facultad de Veterinaria.