España cuenta con 8.131 municipios. De ellos, 4.991 tienen menos de 1.000 habitantes, 2.378 hasta 10.000, 611 hasta 50.000, 87 hasta 100.000 y 64 de más de 100.000 ciudadanos. Con estos datos, el Gobierno de Mariano Rajoy ideó un mecanismo para reducir el número de poblaciones. Se trata de la Ley 27/2013 de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local (LRSAL). El objetivo consistía en aliviar la presión de las administraciones a través de las fusiones y racionalizar sus estructuras. Esta vía libre supone incrementos en la financiación de las localidades, además de preferencias en las subvenciones.

Sin embargo, este señuelo del Ejecutivo de Rajoy no parece cuajar y no incentiva la unión de municipios en España. De hecho, desde ese año 2013, solo cuatro localidades gallegas se han convertido en dos. Se trata de Oza-Cesuras (A Coruña) y Cerdedo-Cotobade (Potevedra), que nacieron en 2013 y 2017. En el primer caso, se fusionaron dos pueblos de 2.000 y 3.000 habitantes; y en el segundo caso, 5.600 vecinos.

Pero, antes del ya lejano 2013 y en el aún más remoto 1981, se integraron dos localidades de Burgos dando lugar a Valle de Losa, que nació de Junta del Río de Losa y Junta de San Martín.

Ahora el turno es para Don Benito y Villanueva de la Serena. En febrero, los vecinos de ambas localidades apostaron por esta unión, que convertirá a la nueva ciudad en la tercera más importante de Extremadura y sumará más de 63.000 habitantes.

El consenso abandera el proceso. Esta aquiescencia sólo se ha roto con la elección del topónimo. El grupo de expertos propuso dos opciones: Concordia del Guadiana y Mestas del Guadiana. Ambas denominaciones desencadenaron el conflicto hasta el punto que ambos alcalde José Luis Quintana (Don Benito) y Miguel Ángel Gallardo (Villanueva de la Serena) optaron por retirar las propuestas.