La Crónica de Badajoz

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Cultura

El centro Charo Acero, un sueño hecho realidad

El Centro Museístico Charo Acero de Villanueva de la Serena acaba de abrir sus puertas y ya es toda una referencia cultural a nivel regional. Acoge tres museos que engloban distintas disciplinas como el arte, la ciencia o la moda

Obras de Pilar Molinos. SAMUEL SÁNCHEZ

Aunar historia y modernidad para convertirse en un referente en el arte, la moda y la ciencia y contribuir así a la recuperación y salvaguarda del patrimonio villanovense. Ese es el objetivo del nuevo Centro Museístico Charo Acero de Villanueva de la Serena, inaugurado recientemente.

Situado en pleno centro histórico de la localidad, el edificio que alberga hoy el centro data de principios del siglo XX y fue una de las residencias burguesas más grandes de la ciudad. Recuperarlo y rehabilitarlo tras su paulatino deterioro se convirtió en un sueño que hoy es una realidad. Ahora, este inmueble lleno de luz y cultura permite dotar a la ciudad de un mayor patrimonio cultural bajo un mismo techo. 

La antigua casa solariega dispone de un patio con arquerías cubiertas a modo de claustro que distribuye las salas y aporta luz al edificio. Esta obra, dividida en tres plantas, acoge hoy tres museos permanentes de diversas temáticas: el Museo del Traje, de Eduardo Acero: el Museo de Mineralogía, de José Antonio Garrido; y la pinacoteca, de Pilar Molinos. Tres espacios singulares y únicos que cautivan al visitante y le invitan a surfear por las olas de la ciencia, la moda y el arte sin mirar el reloj. 

Un viaje en el tiempo 

Entrar en el Museo del Traje de Eduardo Acero es hacer un viaje en el tiempo hasta principios del siglo XVIII, época de la que datan algunas de las 51 piezas que este coleccionista villanovense ha donado a la colección del museo. Son 51 formas de vestir diferentes de los últimos tres siglos de países como Irlanda, Estados Unidos, India, Argentina o Inglaterra y clasificados en varios grupos. Desde indumentaria histórica de inicios del XVIII, pasando por la Primera Guerra Mundial o indumentaria contemporánea a partir de la década de los años 20. Pero también la indumentaria popular de los pueblos de España tiene cabida en esta singular muestra que recoge lo mejor de la obra de Eduardo Acero, quien ha dedicado toda su vida a su gran pasión: la moda. Esa que también le abrió las puertas a una amistad con el prestigioso modista Lorenzo Caprile, que ha donado una de sus piezas a la colección de Acero. Y es que este singular coleccionista villanovense despertó su curiosidad por los trajes cuando siendo apenas un niño empezó a recoger sus primeras prendas en casa de su abuela. «A partir de ahí empezó mi interés por conocer las formas de vestir en distintos lugares, empezando por Villanueva de la Serena y acabando por distintos países de todo el mundo», cuenta. 

En la planta superior del edificio tiene su espacio la pinacoteca, de Pilar Molinos. Su colección recoge 85 muestras privadas y propias que muestran la originalidad y una utilización sabia del color, la forma y la libertad con la que la propia autora trabaja. Pero, ¿cómo define sus obras la artista? «Cuando las obras salen del taller pertenecen al mundo y las interpretaciones son todas. Cada cual que imagine», argumenta. Y es que la artista tuvo claro desde un primer momento que su obra debía estar en el nuevo centro Charo Acero. «Esta muestra es la obra que más me representa», agrega, y apostilla: «Este centro es de lo mejor que hay en toda Extremadura».

Una afición hecha pasión 

De una afición, los minerales, nació la gran pasión del miajadeño José Antonio Garrido. En el Charo Acero se exhibe parte de su extensa colección en el Museo de Mineralogía. «Siempre he pensado que no sirve de nada tener una gran colección de minerales guardada en casa, por eso prefiero que estén aquí y que la gente pueda disfrutar de ella», relata. De hecho, quien visite este museo podrá descubrir las características de un sinfín de minerales de distinta procedencia a través de paneles ilustrativos, pero también disfrutará de llamativos datos y curiosidades en dos piezas audiovisuales. 

Todo ello en un edificio que ya es un referente en la ciudad gracias a sus amplios salones con bóvedas de ladrillo visto e imponentes escaleras de acceso a la zona principal de la casa.

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