«¡Viva la Virgen de las Cruces!». «¡Viva la patrona de Don Benito!». Entre vítores y vivas a virgen han despedido varios miles de vecinos dombenitenses a su patrona en su día grande, el de La Velá. Tras toda una noche velando a la patrona dombenitense, a primera hora de la mañana de hoy han abierto las puertas del lateral de la iglesia de Santiago que da a la calle Villanueva. De hecho, todavía no había asomado un solo rayo de sol sobre el centro de la localidad cuando una docena de mujeres han sacado a hombros a la imagen de la patrona. Ataviadas de camisa blanca, pantalón vaquero y el tradicional pañuelo azul, han sacado al compás a la Virgen de las Cruces ante los aplausos de los feligreses postrados a uno y otro lado de la calle.
A diferencia del año pasado, en el que las restricciones por la pandemia sólo permitieron trasladar a la virgen en coche, en esta ocasión los feligreses han podido acompañarla con normalidad desde la iglesia de Santiago. La principal novedad de este año ha estado en la salida, ya que se ha tenido que modificar ligeramente el recorrido habitual debido a las obras que ya se están acometiendo en la plaza de España de la localidad y que estarán en marcha al menos durante los dos próximos años.
Ha sido salir de la iglesia y rápidamente los acompañantes se han puesto en marcha para acompañar a la patrona en su día grande para tomar la calle Virgen y luego correr al encuentro de San Isidro para luego encarar de nuevo el camino hacia la rotonda de la Virgen de las Cruces. Una vez llega allí es despedida por cientos de vecinos dombenitenses, otros aprovechan para unirse a la peregrinación y el resto continúan acompañando desde el comienzo. En esas, Rubén Gordo, secretario de la Hermandad Virgen de las Cruces ha mostrado a EFE su alegría por ver de nuevo a Don Benito volcado con su patrona. «Es una alegría tremenda poder acompañar a nuestra patrona con normalidad. Es un día grande para todos los dombenitenses», cuenta.
Todo ello mientras aprovecha para inmortalizar cada momento del recorrido. «Es un momento que vivimos una vez al año y que es siempre muy especial, además este año recuperamos la gran afluencia de los años previos a la pandemia», añade.
En definitiva, una gran jornada para Don Benito y otros muchos asistentes de localidades cercanas, que no perdieron detalle del día de La Velá, fiesta de tradición y gastronomía local.
