transmitido por mosquitos del género Culex

Confirmado el virus del Nilo en tres caballos de explotaciones en la comarca de Don Benito

Dos instalaciones se ubican en Don Benito y la tercera en Navalvillar de Pela

El mosquito transmisor del virus de la fiebre del Nilo.

El mosquito transmisor del virus de la fiebre del Nilo. / EL PERIÓDICO

Redacción

La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible de Extremadura confirma la presencia del virus de la Fiebre del Nilo Occidental en tres caballos de sendas explotaciones de la comarca de Don Benito, tras la actuación de los servicios veterinarios que recibieron la notificación de sintomatología compatible.

Las dos primeras explotaciones se encuentran ubicadas en Don Benito y, la tercera, en Navalvillar de Pela y se ha aplicado la vigilancia pasiva establecida en el Programa Nocional de Vigilancia de la Fiebre del Nilo Occidental (FNO) en animales.

Con estos casos, son 4 los focos de fiebre del Nilo en Extremadura, en caballos en este año 2023; mientras que, en el resto de España, se han notificado 11 focos de esta enfermedad en équidos en Andalucía, Valencia y Cataluña.

Tres focos en 2022 en Extremadura

Durante el año pasado, en Extremadura, se declararon 3 focos.

La Junta recuerda que el virus del Nilo Occidental (VNO) es un virus transmitido por mosquitos, principalmente del género Culex, los reservorios principales del virus son las aves silvestres, y los caballos son un fondo de saco epidemiológico y no contagian a otros caballos ni a las personas.

Este virus es el Arbovirus más extendido en el mundo, encontrándose presente en todos los continentes, excepto en la Antártida, por lo que su prevención se basa, fundamentalmente, en la utilización de medidas que minimicen el riesgo de exposición a posibles vectores en las zonas de alto riesgo, tales como el uso de repelentes y/o desinfectantes y evitar salidas al exterior en las horas de máxima actividad del vector.

Existe la posibilidad del uso de vacunación preventiva en équidos, especialmente en aquellas zonas consideradas de mayor riesgo o en aquellos animales que viajen o tengan previsto viajar a estas zonas, aunque no debe utilizarse de manera sistemática, y debería aplicarse, solo, en caso de que se produjera una verdadera explosión de focos en una zona determinada.