Galicia, Asturias, Euskadi, Navarra, Aragón y Cataluña han caído ya bajo el dominio de la avispa asiática o asesina, como así se conoce a esta temible especie invasora. Sin embargo, todas las autonomías están en peligro, porque la expansión de la avispa asesina en España avanza a razón de 60 kilómetros al año.

Cuando en el año 2005 se confirmó la presencia en el suroeste de Francia de una rara avispa con el tórax completamente negro, nadie le dio demasiada importancia. Dieciséis años después, aquella especie ha invadido media Europa y se ha convertido en una auténtica plaga: amenaza a las abejas autóctonas y a otros insectos polinizadores, causa un fuerte desequilibrio ecológico en el continente, y provoca graves pérdidas económicas, sobre todo en el sector de la apicultura. Es un depredador masivo de abejas: puede destruir colmenas enteras.

Esta especie, que llegó por primera vez a Europa en 2004 en un barco carguero procedente de China oriental que atracó en el puerto francés de Burdeos, es la Vespa velutina nigritorax, conocida popularmente como avispa asiática, y figura en la Lista de Especies Exóticas Preocupantes de la Unión Europea.

Aunque no suele ser agresiva con las personas, salvo que se crea en peligro, en España ha causado una decena de muertes en los últimos tres años y trae de cabeza a las administraciones, que impulsan una guerra sin cuartel para controlar su población, que crece de manera exponencial.

Los expertos sostienen que la avispa asiática ha llegado a Europa para quedarse. Y que tras una primera fase de expansión, su población tenderá a estabilizarse. De momento, la que también se conoce como ‘avispa asesina’ ya se ha extendido por toda Francia, la mitad norte de España, Portugal, Italia, Bélgica, Países Bajos, Alemania y Reino Unido. Y se calcula que cada año avanza unos 60 kilómetros en todas direcciones.

De acuerdo a los modelos de nicho ecológico, la avispa asiática podría colonizar la mayoría de los países europeos y, según algunos estudios científicos, la plaga podría verse favorecida por el cambio climático.

La velutina figura en el listado y el catálogo español de especies exóticas invasoras. Se observó por primera vez en España en agosto de 2010, en Amaiur (Navarra). Las comunidades del Cantábrico encabezan la lucha contra esta especie invasora en la península.

Su expansión en esa zona es extremadamente rápida debido a su excelente adaptación a la climatología, a la ausencia de depredadores y a la gran cantidad de alimento disponible (principalmente abejas).

Galicia es la región con más presencia de avispa asiática. En 2019 se retiraron más de 15.000 nidos. La especie ya protagoniza más del 6 por ciento de las llamadas al 112 gallego. En Cantabria no hay datos globales de la lucha contra esta especie desde 2018, cuando se capturaron más de 30.000 reinas.

El operativo público-privado de lucha y control de la avispa asiática de Asturias, con más de 7.000 voluntarios con permisos especiales para eludir los cierres por covid-19, logró capturar el año pasado 124.921 ejemplares de Vespa velutina, más que el resto de las comunidades autónomas españolas juntas, gracias a las 7.899 trampas instaladas por todo el territorio.

En 2018 se puso en marcha en Asturias la plataforma web AvisAp, para coordinar las actuaciones de control de la especie y, a la vez, ser un canal de participación ciudadana. Ya cuenta con más de 5.600 usuarios activos, que reportan datos sobre localización de nidos, capturas, avistamientos y colocación de trampas y se ha convertido en una herramienta fundamental en la lucha contra la velutina.

Características de la avispa asiática

La avispa asiática mide entre 17 y 32 milímetros de longitud, se caracteriza por tener el tórax completamente negro y los segmentos abdominales también negros con un ribete amarillo. Solo el cuarto segmento del abdomen es totalmente amarillo o anaranjado. La cabeza es negra con la cara amarilla o anaranjada, y las patas son de color marrones con los extremos amarillos.

Pueden construir nidos enormes, esféricos, con el agujero de entrada en el lateral, y en los que no se ven las celdillas por la parte inferior. Suelen localizarse en las zonas altas de los árboles (principalmente sobre alisos, castaños, nogales, manzanos, cerezos o eucaliptos), e incluso a veces en zonas protegidas de edificios, escaleras, graneros, etcétera.

Actualmente, hay en marcha varias investigaciones dirigidas a la lucha contra esta especie, algunas de ellas especialmente esperanzadoras, basadas en la lucha biológica. Pero mientras no existan sistemas efectivos, el trampeo y la neutralización de nidos son las únicas formas de control.

Los medios de lucha contra la avispa asesina en España

El trampeo, orientado a capturar reinas fundadoras, debe prolongarse de febrero a junio. En el mercado existen diversas trampas comerciales para este fin, pero resulta sencilla su fabricación casera a partir de una botella de plástico modificada. En este caso es preciso prestar especial atención a impedir la entrada de insectos mayores que Vespa velutina y ofrecer salidas a insectos más pequeños que ella.

En las trampas se debe depositar un atrayente genérico a base de sustancias azucaradas, que también puede ser comercial o casero (cerveza, vino, siropes, etcétera) y deberá ser renovado con cierta frecuencia (menos de 15 días).

Las trampas deben ir colgadas a metro y medio del suelo, en lugares soleados, preferentemente orientados al Sur o al Sureste y resguardadas del viento. Cercanas a plantas atrayentes, como las camelias, callistemos, cítricos, hiedra florida y frutales con flor como cerezos o ciruelos. También en árboles con pulgón como el sauce.

En cuanto a la neutralización de nidos primarios, es suficiente aplicar insecticida en forma de aerosol cuando está la reina en su interior. Una opción interesante es aplicar el insecticida y mantener el nido, ya que es frecuente su recolonización por otra reina y de esta manera pueden ser eliminadas más fundadoras.

Cuando el nido primario tiene un número considerable de avispas, éstas forman un nido secundario, normalmente sobre árboles o edificaciones, pero a grandes alturas, con la consiguiente dificultad para su eliminación.

La técnica de neutralización más extendida es en este caso la aplicación de biocidas en el interior del nido, con la ayuda de pértigas, drones e inclusoarmas de aire comprimido que disparan balines con insecticida, como las que ya se utilizan desde el año pasado en Asturias.

Otra técnica más inocua que la anterior para el medio ambiente es el uso de explosivos mediante los cuales se destruye el nido y todos los ejemplares que haya en el interior (adultos y larvas). De esta forma se asegura la eliminación de la reina y, en consecuencia, el fin de la colonia. Para las dos técnicas es preciso contar con las autorizaciones administrativas correspondientes.

Cómo actuar en caso de picaduras

Las picaduras son muy dolorosas, pero no más peligrosas que las de las avispas autóctonas. La mayoría de personas atacadas presentan síntomas locales, como dolor, enrojecimiento e hinchazón en la zona de penetración del veneno, que desaparecen en varios días.

Debe limpiarse la zona afectada con agua y jabón, y aplicarse hielo o agua fría. En los primeros momentos se puede intentar desnaturalizar los componentes del veneno usando calor en la picadura.

En las personas alérgicas, pueden aparecer síntomas como picor generalizado, subida de la temperatura corporal, bajada de la tensión arterial, problemas respiratorios, problemas cardiovasculares, síntomas nerviosos, edema de glotis, etcétera.

En los casos de picaduras múltiples, la inoculación de veneno puede ser muy elevada y provocar también síntomas generales, como lipotimia, cefalea intensa, fiebre etcétera. En estos casos, el daño causado puede ser importante, aunque no haya alergia previa.

Si después de un ataque se observan síntomas generales, sin perder la calma pero de forma urgente, hay que llamar al 112 o acudir a un centro médico para recibir el tratamiento adecuado, pues estos síntomas son muy graves, y pueden conducir a un shock anafiláctico.

Página de referencia: https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/publicaciones/estrategia_vespavelutina_tcm30-69976.pdf

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