Cada año se sacrifican en el mundo 73 millones de tiburones. España es el segundo mayor comercializador del mundo de tiburones y rayas, solo por detrás de Corea del Sur. WWF ha elaborado un informe con motivo del Día de los Tiburones (14 de julio) en el que reclama el cese de la persecución de estos animales marinos, que desempeñan un papel fundamental en el ecosistema y constituyen un indicador del estado general del medio marino.

La relación entre los seres humanos y los tiburones se remonta a la antigüedad, y es especialmente patente en el Mediterráneo, donde se consumía y se comerciaba con tiburones hace más de 4.000 años, durante el Calcolítico y la Edad de Bronce.

WWF resalta en el informe que la situación de los tiburones, y de los condrictios (peces cartilaginosos) en general, en el Mediterráneo es en la actualidad crítica. El documento supone un serio toque de atención a los países del Mediterráneo, en especial a España como mayor comercializadora y a Libia y Túnez como los que más ejemplares capturan.

La mayor amenaza para las poblaciones de tiburones es la pesca ilegal. WWF subraya que en muchas pesquerías se practica el aleteo o corte de aletas (finning): se cercenan las aletas a los tiburones para luego devolverlos al mar, donde mueren. Las aletas se venden en los lucrativos mercados asiáticos para hacer sopa de aleta de tiburón.

Los tiburones y las rayas cumplen en el Mediterráneo varias funciones, diferentes y cruciales: desde los superpredadores que mantienen la estabilidad de la pirámide alimentaria, a las rayas que mantienen la complejidad de los ecosistemas de los fondos marinos o las manta rayas que transfieren nutrientes y energía desde las profundidades a los niveles más superficiales del mar.

El Mediterráneo, un espacio de gran biodiversidad

El Mediterráneo, un espacio de gran biodiversidad Todas esas especies “se deben gestionar con la misma precaución que cualquier otro recurso pesquero, y nunca ha sido tan necesario hacerlo como ahora”, señala WWF.

El Mediterráneo es un espacio de gran biodiversidad en lo referido a los condrictios: se han descrito más de ochenta especies. Según la última lista de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), actualmente viven en el Mediterráneo 73 especies, y más de la mitad están en peligro.

“Lo más preocupante es que la situación en el Mediterráneo parece estar empeorando en lugar de mejorar”, apunta WWF. Cuando la UICN realizó una evaluación en 2007, concluyó que el 43% de los condrictios estaban en peligro.

“A pesar de las advertencias y los esfuerzos de gestión que siguieron, el último informe de evaluación, diez años más tarde, muestra que ninguna de las especies amenazadas ha experimentado una mejora verdadera, mientras que la situación de 11 especies ha empeorado al menos en una categoría de la Lista Roja”, lamenta WWF.

Veinte especies del Mediterráneo están clasificadas “en peligro crítico”, lo cual significa que se enfrentan a un elevado peligro de extinción en estado salvaje. “Se trata de una situación mucho peor que la mundial”, insiste el colectivo conservacionista.

“En teoría existe en vigor un marco legal de gran alcance para proteger a los tiburones y a las rayas en el Mediterráneo. Pero, en la práctica, nunca han estado tan amenazados como ahora”, recoge el informe de WWF, titulado “Tiburones en el Mediterráneo: una llamada a la acción”.

El mar más sobreexplotado del mundo

El mar más sobreexplotado del mundo “Si no tomamos medidas urgentemente para que las poblaciones de tiburones y rayas alcancen un equilibrio sostenible a largo plazo es más que probable que sus poblaciones se agoten o se extingan a nivel local”, señala el texto.

“La actual falta de gestión de tiburones y rayas refleja la situación general del Mediterráneo, que se considera el mar más sobreexplotado del mundo”, comenta WWF. Frente a ello, la ONG ha lanzado una lista de recomendaciones.

Varias de ellas se centran en la necesidad de mejorar la recogida de datos, el seguimiento y los controles de las poblaciones, las capturas y la comercialización de rayas y tiburones. Otro bloque de recomendaciones se centra en la necesidad de mitigar y gestionar las capturas accidentales.

El tercer apartado se centra en la protección de las especies y de sus hábitats. Incluye medidas como la limitación de las capturas para las especies amenazadas, apoyar la investigación sobre las vedas espaciales y temporales en caladeros identificados como “hábitats cruciales” o promover la inclusión de las especies “en peligro” y “en peligro crítico” del Convenio de Barcelona, actualizando el riesgo para algunas especies.

Decálogo de objetivos

Además, el informe anima a elaborar planes de acción nacionales y marca diez objetivos que estos deben incluir:

Informe de referencia: https://wwfes.awsassets.panda.org/downloads/informe_wwf_2019_tiburonesmediterraneo.pdf

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