Extremadura es tierra de castillos. El paisaje extremeño se encuentra plagado de fortalezas medievales, algunas en un excelente estado de conservación, otras menos y unas cuantas convertidas en vestigios de un pasado esplendoroso.

Algunas de estas edificaciones se han recuperado y viven un renacido esplendor, del que disfrutan los extremeños y los turistas. Otros pertenecen a particulares que, aunque no son visitables, sí embellecen el paisaje y engrandecen el patrimonio arquitectónico de la región.

Estos son algunos de estas espectaculares edificaciones

  • Castillo de Granadilla. Data del siglo XIII y en el XV pasó a manos de la Casa de Alba. Es una edificación, ubicada en Granadilla que se desalojó en el siglo XX por la construcción del embalse de Gabriel y Galán. En 1980 la villa fue declarada Conjunto histórico-artístico y, cuatro años después, en 1984, elegida para su inclusión en el Programa de Recuperación de Pueblos Abandonados. A este pueblo solo se puede acceder por la bacheada carretera que parte de Zarza de Granadilla y que penetra en el pueblo a través de la puerta de la muralla. El Castillo de Granadilla es una construcción de sillería granítica, esencialmente defensivo. Es una fortaleza inequívoca italiana. Se trata de un castillo elegante y por su forma, único en España. 

Castillo de Granadilla. EL PERIÓDICO

  • Castillo de Condes de Oropesa. Se trata del castillo de Condes de Oropesa es también conocido como castillo de Carlos V o castillo de Jarandilla, y se encuentra ubicado en Jarandilla de la Vera. Es una fortaleza del siglo XIII, de estilo gótico. Cuenta con tres recintos cuadrangulares, de mampostería y sillería. Actualmente, esta fortaleza es el Parador de Turismo de Jarandilla de la Vera.
  • Castillo de Coria. Edificio de estilo cristiano-medieval. García Álvarez de Toledo encargar en el siglo XV su construcción al arquitecto Juan Carrera. La fortaleza se sitúa sobre una estructura defensiva de origen romano, cuyos materiales se reutilizaron. Dispone de una torre de homenaje con vista a las vegas del río Alagón.
  • Castillo de Belvís de Monroy. Se trata de una de las fortalezas más importantes de Extremadura por su estructura y por los hechos históricos vividos en él. Se remonta al siglo XIII. Se caracteriza por la mezcla de estilos, desde el renacentista al barroco, y por su espectacular ubicación en lo alto del cerro. En él todavía se conservan la muralla con torreones defensivos, el castillo y torres.

Castillo de Belvís de Monroy. EL PERIÓDICO

  • Castillo de Monroy. De origen gótico, se construyó sobre los restos de un edificio del siglo XIV. Ha sufrido numerosas modificaciones a lo largo de la historia. En su origen fue una fortaleza gótico-mudéjar y así pasó a convertirse en un castillo-palacio. Está declarado patrimonio histórico español
  • Castillo de Portezuelo. También se le conoce como castillo de Marmionda y su construcción se remonta al siglo XII, cuando este fue entregado a la Orden del Temple. Este castillo fue el elemento defensivo más importante del valle del río Alagón, durante varias épocas. El nombre de Marmionda se refiere a una doncella mora protagonista de las leyendas de la localidad.
  • Castillo de Montánchez. Los expertos consideran que estamos ante una fortaleza muy peculiar porque su cuerpo principal es de origen romano, pero el resto de la construcción data del siglo XII. En su interior se halla una Torre del Homenaje y bodegas. Sin duda alguna, el importante paso por la historia de este Castillo se puede apreciar en los distintos estilos arquitectónicos que lo componen.
  • Castillo de Trujillo. Ubicado en el cerro de Cabeza del Zorro, se construyó en los siglos IX y XII sobre los restos de una alcazaba, de la que se conservan dos aljibes. Edificado con bloques de granito de sillería, con 17 torres cuadradas defensivas. El edificio se puede visitar y es de acceso libre.
  • Castillo de Mirabel o de la Peña de Acero. Construido en lo alto del cerro del Acero por motivos defensivos, durante el siglo XV. Perteneció al rey Alfonso VIII, pero fue destruida por los almohades. La presencia de restos arqueológicos demuestra la reconstrucción de la fortificación a lo largo de los siglos.
  • Castillo de Mogollones, en Cáceres. El origen del edifico se sitúa en torno a los siglos XIV y XV. Su elemento más destacado es la torre de homenaje, en la que se aprecian elementos góticos como el arco de apuntado y un escudo de mármol. Actualmente, es de propiedad privada y se usa como vivienda. Aunque el acceso al exterior del castillo es libre, se pueden visitar su interior con permiso. El estado de esta fortaleza es de ruina consolidada.