Mantener nuestro coche limpio es esencial para que siga funcionando, sobre todo con el paso de los años. Normalmente y de vez en cuando, lo limpiamos tanto por fuera como por dentro: carrocería, llantas, salpicadero, tapicería... Pero hay una parte del vehículo que suele quedar olvidada: el motor.
Y no es algo baladí: diversos expertos sugieren limpiarlo dos o tres veces al año y apuntan a que es tan importante como pasar sus correspondientes revisiones. Ten en cuenta que la suciedad y el polvo desfavorecen el equilibrio térmico del motor y pueden provocar que se sobrecaliente.
Aquí te damos unas ligeras nociones para que sepas cómo hacerlo:
- Nunca uses una pistola a presión, pues puedes dañarlo.
- Con un cepillo y una aspiradora quita el polvo y la suciedad más evidente.
- Utiliza un aerosol multiusos de tipo W-40 para deshacerte de la suciedad más incrustada. Es importante que sea de este tipo para evitar corroerlo u oxidarlo.
- Con una máquina de vapor a presión o, si no la tienes, un trapo húmedo con agua destilada, retira el producto anterior. No uses agua del grifo.
- Con otro trapo, seca todas las partes del motor.
- Para el broche final, puedes utilizar algún producto que abrillante los plásticos.
Con estos seis pasos aseguras una mayor vida útil para tu vehículo.
