Tanto el ejercicio físico como el cuidado de la alimentación ayudan a mejorar nuestra salud, pero el espectro de dietas abre la puerta a una enorme cantidad de opciones. Antes de empezar una dieta, debes conocer tus limitaciones físicas y psicológicas y respetarlas por encima de todo. Hay algunas recomendadas por expertos de la nutrición como la dieta mediterránea, pero muchas de las que te encuentras en internet no están aprobadas científicamente, si bien pueden ser populares entre la sociedad.

Este es el caso de la dieta indiana. Este plan consiste en ingerir grandes cantidades de frutas y verduras durante siete días, alimentos ricos en minerales, vitaminas y antioxidantes, y el objetivo es perder hasta cinco kilos, con el aliciente de que te sentirás más enérgico, eliminarás toxinas y disminuirás la flacidez corporal. También es necesario que aumentes el consumo de agua, llegando a los 10 o 15 vasos diarios para conseguir una buena hidratación.

Qué eliminas

En primer lugar, debes eliminar desde una semana antes a la dieta bebidas como el café, el , los zumos y sobre todo, el alcohol. Tampoco puedes ingerir aceites vegetales, que puedes sustituir con vinagre de vino, ajo o hierbas.

Planificación

La planificación semanal es la siguiente: el primer día, solo puedes consumir frutas sin grasas; el segundo día, puedes añadir hasta una cucharada de mantequilla, por ejemplo; a partir del cuarto suma algunas proteínas (leche, por ejemplo) y después, comienza a incluir pescado, huevos, pollo o legumbres.

Es primordial que realices seis comidas al día: desayuno, snack a media mañana, almuerzo, dos meriendas y una cena no más tarde de las 20.00. De esta manera, tu período de sueño no se verá interrumpido por pesadez o dolores estomacales. Una vez pasados los siete días, no se recomienda repetirla hasta tres o cuatro días después.

Aunque puede que bajes unos kilos, más si la combinas con ejercicio físico diario, los expertos aclaran que no hay evidencia capaz de comprobar los beneficios en nuestro organismo. Parece que se debe a la falta de nutrientes que se encuentran en alimentos restringidos o muy poco consumidos.

Por eso, la mejor opción es acudir a un nutricionista para que te recomiende una dieta acorde a tus capacidades y te asegures de estar haciendo lo correcto para mejorar tu salud.