Nunca le ha molestado lo más mínimo que se hagan chistes sobre su peso, sin embargo, dentro de poco estarán fuera de lugar. Falete ha decidido someterse a un cambio radical: será la imagen de un nuevo tratamiento de lipoescultura que le promete rebajar alrededor de 30 kilos. El próximo martes comparecerá en rueda de prensa por la mañana, y por la tarde entrará en un quirófano del CHIP (Complejo Hospitalario Integral Privado, en Málaga) donde le intervendrá el conocido cirujano plástico Manuel Tafalla.

"Nací con más de cinco kilos, y ya desde chico me hicieron acupuntura y probé todas las dietas habidas y por haber", explica Falete, de 36 años. "La del sirope, batidos, proteínas...". Y con esta última hace pocos años se obró el milagro. Lento pero seguro, perdió 30 kilos que luego, bocado a bocado, recuperó. "Yo estoy gordo porque me lo como , y como mal y cuando tengo ganas", reconoce.

Y tampoco es la primera vez que dicha rueda de prensa y posterior intervención se anuncia. Estaba prevista para el pasado 16 de mayo y días antes súbitamente se desconvocó.

El cirujano alicantino saltó a las páginas rosas tras operar a Belén Esteban. "La última vez, la que quedó bien", afirma Tafalla. Fue profesor de lipoescultura en el Hospital Clínic de Barcelona y estuvo varios años en Tanzania dedicado sobre todo a una de sus especialidades: el tratamiento del labio leporino. Ahora presenta el proyecto NIC (Nueva Imagen Corporal) del que Falete será abanderado. "Aquí existen cirujanos que reducen el estómago o hacen liposucciones, pero esto no. Es una técnica que cuida tanto la intervención desde el punto de vista de perder peso como de moldear la figura, y no descuida la importancia del tratamiento posterior", dice.