El nuevo año le ha devuelto la ilusión a Tamara Falcó en el terreno sentimental, pero no con un nuevo amor como podría ser Hugo Arévalo, sino con su ex, Íñigo Onieva, con quien rompió en septiembre de 2022 a los pocos días de comprometerse por una infidelidad. Sin embargo, meses después se confirmó la vuelta de ambos como pareja y anunciaron su boda, otra vez.

Las noticias relacionadas con Tamara Falcó y su boda con Íñigo Onieva se suceden a un ritmo vertiginoso. Cuando todavía está reciente el drama de quedarse sin vestido de novia por su ruptura con 'Sophie et Voilà' a 50 días de dar el 'sí quiero', y su viaje relámpago a Nueva York para reunirse con Wes Gordon y perfilar cómo será su diseño nupcial de Carolina Herrera, la polémica sacude de nuevo a la pareja del momento.

Resulta que Ágatha Ruiz de la Prada se había ofrecido a la marquesa de Griñón para crear su vestido de novia, según explica Europa Press. Ha contado qué le parece que finalmente haya elegido a Carolina Herrera y a su director creativo, Wes Gordon, para el look que lucirá en su boda con Íñigo Onieva. Además, se ha pronunciado sobre el debate que se ha creado en torno al peso de Tamara y ha reconocido que ve lógico que vaya a ingresar unos días en la clínica Buchinger para ponerse a punto para su gran día.

"La verdad es que es un lío. Las novias se ponen muy nerviosas en general y pasan muchos factores, que si adelgazas, que si engordas, que si los nervios... todo eso hace que al final las novias son muy inseguras" explica, confesando que cree que la falta de acuerdo de la hija de Isabel Preysler con la marca 'Sophie et Voilà' y su ruptura fue "porque se pusieron nerviosos todos". Aun así, cree que a pesar del disguto ninguna de las dos partes tomará medidas legales y se quedará en eso, "un disgusto", a pesar de que para ella lo de acudir "con inspiraciones" de otras firmas a un diseñador "está muy feo".

"No me da ninguna envidia Wes Gordon, la verdad. Menos mal que a él le da igual porque está un poco 'out' del tema, pero yo soy muy amiga de Carolina Herrera, y ella ya no se ocupa de eso pero es una cosa complicada" afirma refiriéndose al vestido de novia de Tamara.

Aunque cree que la marquesa ha acertado eligiendo a Wes Gordon, reconoce que "si yo hubiera sido Tamara se lo hubiera encargado a mis amigos". "Porque son los que más te quieren, los que más te conocen y bueno..." ha añadido, dejando entrever que cree que tendría que haber sido por ejemplo Juan Avellaneda el que diseñase su vestido de novia. Sin embargo entiende que "hay mucha presión sobre Tamara", de quien afirma que "es muy simpática y me cae fenomenal".

Sobre cómo será el diseño de Carolina Herrera que luzca la marquesa, afirma que Wes Gordon "es muy bueno" y en este caso "tiene mucha libertad porque no, yo creo que no sabe quién es Tamara". Pero aun así es un "tema complicado" inspirarse en el traje que lució Grace Kelly en su boda con Rainiero de Mónaco porque "debía estar en los huesos".

"La gente de los nervios adelgaza o engorda. Yo adelgazo pero otra gente engorda y ella con tanta presión, tanta tele, tanto 'Hola', tanta foto..." añade, confesando que cree que es buena decisión que ingrese en la clínica Buchinger para perder peso antes de dar el 'sí quiero' a Íñigo porque "no le queda más remedio". "La verdad que no me da ninguna envidia Wes Gordon" sentencia.

¿Cómo hubiese sido el vestido que Ágatha hubiese diseñado para Tamara? Como desvela, "le hubiera hecho una cosa espectacular, muy, muy, muy espectacular y se hubiera quitado tensión al tema de si está más gorda, más flaca, más no sé qué. Yo le hubiera hecho una cosa muy* Un 'happening'".