Belén Esteban reaparece públicamente tras su sonada ausencia este sábado en la boda de Kiko Hernández y Fran Antón. Recién llegada de unas vacaciones por Estados Unidos con su hija Andrea sobre las que prefiere no dar ningún detalle para respetar la privacidad de la joven, la tertuliana retoma sus compromisos profesionales con un sorprendente proyecto: una tarifa eléctrica con la que pretende revolucionar el mercado eléctrico de la mano de la Inteligencia Artificial.

Sin embargo, esto no quiere decir que no vayamos a volver a verla en televisión, ya que aunque un gran secretismo rodea su regreso, deja claro que no va a dejar la pequeña pantalla porque se siente muy querida por el público, que como confiesa le para por la calle para decirle que la echa de menos: "Me siento muy querida en este país, y no me ha hecho falta que acabara 'Sálvame' para saberlo. Me volveréis a ver pero de otra manera. Me gusta donde estoy, confío mucho en mi productora -'La Fábrica de la Tele'- y en lo que hago, entonces estoy muy contenta. Ahora estoy tranquila, hay nuevos proyectos pero tenemos que tener paciencia".

Pero antes, la veremos en la docuserie que ha rodado con Netflix con siete de sus compañeros -Kiko Hernández, Kiko Matamoros, Terelu, María Patiño, Chelo García Cortés, Lydia Lozano y Víctor Sándoval- cuyo estreno está previsto para octubre y del que adelanta algún detalle aunque asegura que no lo ha visto editado ni piensa verlo hasta que salga: "Hubo de todo, ya nos conocéis* imagínate, con nuestras cosas, nuestros piques, pero me siento muy orgullosa de mis compañeros y del trabajo que hemos hecho. Éramos 43 personas allí, de producción, cámara, sonido, dirección, nosotros, maquillaje y peluquería, y vernos en el aeropuerto con todos los pasaportes era ya un cuadro y el pulpillo, y las fotos de Terelu y Patiño. Muy fuerte todo".

Ahora, como reconoce, han separado sus caminos y está encantada con los nuevos trabajos de Gema López y Laura Fa en 'Espejo Público' y Terelu en TVE como presentadora del homenaje a su madre, aunque confiesa que después de una etapa tan "intensa" como la de 'Sálvame' ella necesitaba "desconectar". "Estoy muy contenta de que a la gente le salgan nuevos trabajos, pero hemos estado 14 años todos los días, y ya también creo que nos tocaba descansar" afirma.

Confesando que echa mucho de menos a sus compañeros -"les quiero mucho, a algunos más que a otros"- Belén no ha dejado pasar la ocasión y ha justificado su sonada ausencia en la boda de Kiko Hernández: "Él ya sabía que no iba, le mandé un mensaje. Le he hecho su regalo a él y a Fran porque por motivos no he podido ir y él lo sabe. Yo lo veo muy feliz y le deseo mucha felicidad y mucho amor". "Yo creo que él ha dado un paso muy grande y yo creo que Fran es el hombre de su vida" reconoce.

Asegurando que no es "la portavoz" de sus compañeros, la ex de Jesulín ha preferido no entrar en la demoledora carta que Jorge Javier dedica al colaborador este lunes en 'Lecturas' confesando su decepción por la forma en la que hizo pública su relación con Fran Antón y su enfado porque no le haya llamado en todo este tiempo. "Sé qué ponía en su blog, pero no lo he leído porque no he tenido tiempo. Yo ahí no entro" ha dejado claro, aseguando que a pesar de este distanciamiento está convencida de que Kiko y el presentador se reconciliarán tarde o temprano: "Claro que sí, cuantas veces nosotros nos hemos enfadado. Además, ellos se quieren mucho, sí".