Era una sospecha fundada que ahora se evidencia. Las obras de plataforma única que acomete el Ayuntamiento de Badajoz en la plaza de Reyes Católicos sacaron ayer a la luz unos 35 metros de los carriles del antiguo tranvía, que dejó de funcionar hace más de un siglo. No hubo más que levantar la capa de grueso asfalto para descubrir los restos del tranvía de tracción animal (era tirado por caballos o mulas, nada de catenarias) que fue inaugurado en 1892 para enlazar la estación con el ayuntamiento y funcionó hasta 1914, poco más de dos décadas. Como dato curioso, en 1911 disponía para atender el servicio de 17 caballerías y 8 coches. Los raíles paralelos han salido a la luz ahora porque ayer comenzaron los trabajos en la mitad de la plaza que aún quedaba por excavar, la situada entre la calle Espronceda y Ramón y Cajal.