Eran las 11.50 horas de la mañana de hoy y ya había gente esperando en la plaza de San Francisco para entrar al Teatro López de Ayala. ¡Por la otra puerta, por la del lateral!, le decía Juan a su mujer mientras se resguardaban bajo el techado de la entrada principal por la lluvia. Es la primera vez que vienen a una visita guiada en este edificio y la acogían con mucha ilusión: "Estas cosas tienen que hacerlas más. Es bonito conocer nuestros edificios por dentro y en profundidad".