Otro incendio descontrolado, otra aldea rodeada por el fuego y otra vez vecinos indefensos, que vuelven a sentir la misma angustia asediados por los dos frentes de un incendio que anoche volvía a saltar los límites de Ourense a León. En Lugo otro pueblo se ha salvado por los pelos. Los vecinos hicieron un esfuerzo sobrehumano para mantener las llamas lejos de sus viviendas, pero no lograron apartar a Darío, de 95 años, del peligro. El único vecino que vive allí todo el año decidió quedarse a defender su casa. En estos dos grandes incendios el fuego sigue avanzando a un ritmo destructivo alimentado por la sequedad del terreno, las altas temperaturas y la vegetación, que sirve de combustible. Ambos superan las 10.000 hectáreas calcinadas y se habla de dimensiones catastróficas. Son ya los más grandes en toda la historia de Galicia. Dieciséis incendios permanecen activos que llevan más de 30.000 hectáreas calcinadas.