Guadalupe y su monasterio fueron definidos por la reina Isabel La Católica como «el paraíso en la tierra» y, de hecho, su predilección por este lugar le llevó a que el primer oro que se trajo de América fuera a parar allí. Otro dato que prueba la importancia de Guadalupe fue que en 1946 se bautizaron en Guadalupe los primeros indígenas del Nuevo Mundo en la pila bautismal, que actualmente es una fuente.
Los títulos que atesora Guadalupe son incontables, pues en 2017 lograba el de «pueblo más bueno y bello de España» que cada año otorga la firma de bombones Ferrero Rocher, con motivo de la Navidad. En 2019 fue iluminado y engalanado por esa misma empresa tras ganar la Fiesta de la Luz para que Mediaset retransmitiera desde allí las campanadas de fin de año. También Guadalupe pertenece a la selecta Asociación Los Pueblos Más Bonitos de España.
El Año Jubilar fue prorrogado por la Santa Sede y se extiende durante todo 2022, lo que permite más tiempo para conocer las excelencias de la puebla guadalupana y conseguir las indulgencias plenarias que la religión católica concede a los peregrinos. El municipio cacereño es el único que puede presumir de dos reconocimientos Unesco, el primero es el que desde hace 30 años ostenta el Real Monasterio, como Patrimonio de la Humanidad. A este hay que sumarle que Guadalupe es capital del Geoparque Mundial Unesco Villuercas-Ibores-Jara, que todos los años acoge una serie de actividades con el nombre de Geodisea, relacionadas con la naturaleza, el turismo y el patrimonio. El Pico Villuercas, que se dio a conocer a todo el país en la última edición de la Vuelta Ciclista, es uno de los hitos más visitados de este lugar.
Guadalupe es uno de los centros de peregrinaje más importantes de la Península, junto con Santiago de Compostela. Destacan dos caminos tradicionales de peregrinación (Camino Real) con otros más actuales (Camino de la Jara, adaptado para personas con movilidad reducida). Los Caminos de Guadalupe han sido históricamente el segundo camino de España por número de peregrinos tras el de Santiago de Compostela.
Guadalupe se encuentra dentro de la Ruta de Isabel la Católica. La monarca, de la que TVE realizó una popular serie, rechazó casarse en el monasterio con Alfonso V de Portugal. Allí se reunió con Cristóbal Colón para asumir la financiación de su viaje a las Indias
Es uno de los mejores testimonios del mudéjar peninsular y pasear por sus dos impresionantes claustros es toda una experiencia además de conocer sus colecciones artísticas, con bordados, esculturas y pintores como El Greco, Goya o Zurbarán.
El Real Monasterio de Santa María de Guadalupe es un monasterio situado en la localidad de Guadalupe, en la provincia de Cáceres, España. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993. En su interior se aprecia el estilo gótico, mudéjar, renacentista, barroco y neoclásico. Está creado desde los siglos XIII al XVIII.
Antes de la ampliación monástica, el santuario se mantuvo como priorato secular durante cuarenta y ocho años en los reinados de Alfonso XI de Castilla y Enrique II de Castilla, bajo patronato real y señorío civil. En 1389 pasó a ser monasterio, según una real provisión expedida por Juan I de Castilla. Sus nuevos moradores fueron los monjes de la Orden Jerónima, una comunidad de 32 miembros procedentes de San Bartolomé de Lupiana. En 1835 tuvo lugar la exclaustración, quedando la iglesia para uso de parroquia dependiente de Toledo. Años después se declaró al conjunto Monumento Nacional (1879). Alfonso XIII consignó una Real Orden para la entrega del santuario a los frailes franciscanos, con lo que comenzó una nueva etapa. Pío XII, en 1955, encumbró el santuario a la condición de basílica.
En su interior se custodia la imagen de la Virgen de Guadalupe, patrona de Extremadura y Reina de la Hispanidad, entre otros títulos.
La Plaza de Santa María es el punto principal del municipio en el que se dan cita peregrinos y visitantes. El día 8 de septiembre, Día de Extremadura y el 12 de Octubre, Día de la Hispanidad son las fechas clave.
Son muchos los viajeros que hoy en día acuden al monasterio siguiendo la senda de los Reyes Católicos, Cristóbal Colón, Carlos V, Felipe II, Santa Teresa de Jesús, Miguel de Cervantes, Góngora, Lope de Vega o Miguel de Unamuno.
La Puebla de Guadalupe también goza de gran importancia, pues es Conjunto Histórico desde 1943. Para los viajeros que lo deseen se puede conocer la Puebla a través de un recorrido autoguiado que permite disfrutar del tejido urbano, calles y casas abigarradas de estilo popular.
Otros de los rincones más destacados de Guadalupe son la plaza de Santa María, el Colegio de Infantes, la iglesia barroca de la Santa Trinidad y los cinco arcos medievales en sus dos murallas.
Por supuesto no se puede olvidar que se encuentra enclavada en el Geoparque de Villuercas-Ibores-Jara, título que ostenta desde 2011 por su gran riqueza y variedad.
En 2020 el Real Monasterio de Guadalupe culminó el proyecto de iluminación desarrollado por Iberdrola, destinado a revitalizar uno de los mayores símbolos arquitectónicos de Extremadura -declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993-, poniendo en valor y realzando la silueta del Monasterio y modernizando su iluminación ornamental exterior.
Caminos de Guadalupe
Cuatro Comunidades Autónomas (Extremadura, Madrid, Andalucía y Castilla La Mancha) han presentado recientemente un proyecto conjunto de cooperación para señalizar los caminos de peregrinación a Guadalupe, con el objetivo de conseguir fondos europeos para promocionar esta docena de senderos de los que, actualmente, solo está señalizado el conocido como Camino Real, que transcurre desde Madrid hasta el Monasterio de Guadalupe, Patrimonio de la Humanidad.
Así, la Red de Cooperación de los Caminos Históricos de Peregrinación a Guadalupe presentó este proyecto a la Secretaría de Estado de Turismo, a través de los grupos de acción local de las comarcas implicadas, para optar a fondos de la Unión Europea y financiar un proyecto de recuperación de estos caminos y una experiencia nueva de peregrinación a Guadalupe
El proyecto pretende no solo una señalización física de los itinerarios, sino un acceso inteligente a la oferta de los caminos a través de aplicaciones para dispositivos móviles (Apps), geolocalización y otras iniciativas relacionadas con las nuevas tecnologías, según ha explicado el alcalde de Guadalupe, Felipe Sánchez.
«Son iniciativas sostenibles y que generan poca huella de carbono», ha dicho el regidor, que ha apuntado que también se trabajará en una red de albergues para dar alojamiento a los peregrinos a lo largo del recorrido, ya que existen establecimientos en algunas localidades pero no en todas las que se integran en los doce caminos recuperados.
Estos caminos son: Camino Real, Camino de los Montes de Toledo, Camino de la Jara, Camino de Cabañeros, Camino de Levante, Camino de los Mineros, Camino Mozárabe, Camino Romano, Camino Visigodo, Camino de los Descubridores, Camino de Monfragüe y Camino de los Jerónimos.
En la actualidad, el único camino señalizado es el Camino Real que transcurre desde Madrid, pero el resto tiene una señalización insuficiente que se instaló en 2010, con lo que está pendiente de revisión y de actualización. En este itinerario se cuenta con albergues en Talavera, Oropesa y Villar del Pedroso y se están construyendo en Navatrasierra y Carrascalejo.
El destino final, Guadalupe, cuenta con suficiente oferta hotelera pero el alcalde ha anunciado que también está en proyecto la construcción de un albergue de peregrinos.
Respecto al Camino de los Descubridores, que transcurre entre Cáceres y Guadalupe, el alcalde guadalupense ha reconocido que «está en una situación complicada», porque cuenta con etapas muy largas, algunas de más de 40 kilómetros, y hay algunos tramos que transcurren por fincas privadas.
Para solucionar la excesiva longitud de las etapas se está haciendo un estudio para incluir a otros municipios y hacer etapas más cortas, y en cuanto a la privacidad de las fincas que atraviesa, también se trabaja para que no haya problemas a la hora de transitarlas y que los peregrinos puedan discurrir por ellas «con total seguridad».
