Extremadura es una de las regiones más bonitas del país, en la que tienes la oportunidad de potenciar tu conocimiento histórico debido a los numerosos paisajes, monumentos y lugares que guardan un significado único. La gastronomía es otro punto fuerte, el frite, la caldereta de cordero, la chanfaina de cabrito, la cachuela... La calidad culinaria no deja indiferente a nadie. Por estas y más razones, miles de turistas cada año deciden pasar parte de sus vacaciones en tierras extremeñas.

Lo cierto es que Extremadura ocupa una zona muy amplia (tiene aproximadamente la superficie de Dinamarca) y hay comarcas con su propio microclima. Dependiendo de la zona y de la fecha del año te puedes encontrar una versión diferente de la región.

Otoño y primavera suelen ser las estaciones en las que podrás ver la Extremadura más verde y con temperaturas más propicias para practicar actividades como senderismo. Es una época ideal para las personas a las que les guste realizar rutas, recorridos y visitas a pueblos.

Los meses de invierno son una buena opción para conocer la cultura y visitar los numerosos lugares de interés histórico, ya que hay menos afluencia de turistas, está todo más tranquilo. Sobre todo, es muy recomendado para personas que quieran aprender sobre la historia y cultura de la comunidad.

Por su parte, a pesar de las altas temperaturas que lo caracterizan, el verano es perfecto para disfrutar de las piscinas naturales, playas de agua dulce y actividades acuáticas. O simplemente para pasar unas semanas de vacaciones disfrutando de la vida más tranquila, alejados de las grandes ciudades y la rutina. Un buen plan, para evitar las horas centrales del calor, es realizar las actividades turísticas y visitas a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde, y después para disfrutar de las piscinas y la gastronomía.