Una opción para organizar planes y disfrutar de las ansiadas vacaciones es conocer algunos de los lugares más atractivos de la región. Para enfrentarse a las altas temperaturas, lo mejor es aprovechar las piscinas, ríos y playas naturales que tenemos Extremadura, sitios en los que normalmente te puedes encontrar con cascadas y cataratas. No solo vas a poder disfrutar de los atractivos paisajes del territorio extremeño sino que tendrás la oportunidad de parar a refrescarte.

La Ventera, en La Vera

La cascada se halla en una finca privada de la Vera, al noreste de Villanueva de la Vera. Consta de una caída de agua de unos 80 metros y es verdaderamente sorprendente verla en todo su esplendor. Además, sus dimensiones son grandes y sorprende aun más de lejos que de cerca.

El Prado Sancho, en el Valle del Jerte

Un poco más escondido que el anterior, la cascada Prado Sancho se encuentra en Cabezuela del Valle, donde también es más familiar el Roble del Prado Sancho, de no menos de 25 metros de altura. Por lo tanto, es un descubrimiento enorme hallar una cascada que procede de la garganta de las Monjas. Tiene varios accesos, pero ninguno señalizado por lo que supone un desafío incluso para propios cuanto más para extraños.

La Desesperá, en lo más alto de Extremadura

Este singular paraje es una sucesión de saltos de agua coronada por la cascada de la Desesperá, hasta donde se puede llegar por dos accesos muy cercanos a carreteras comarcales. Uno, en versión larga, desde el mismo pueblo de Arroyomolinos de la Vera y otro dejando el coche en la carretera de Pasarón a Piornal. La ruta se puede realizar comenzando desde Arroyomolinos en dos horas y media, ya que es un paseo atravesando un robledal que concluye en la cascada de la Desesperá, en lo más alto de Extremadura.

El Caozo, en el Valle del Jerte

Es la cascada más accesible de todas gracias a su facil acceso desde la carretera en el término municipal de Piornal y muy cerca de Valdastillas. Es impresionante encontrar una caída de agua tan alta apenas andando unos metros, pero para quien necesite más, el complemento idóneo son la Garganta de Marta, cómoda y en medio de un espectacular entorno y mirador, y el Salto de la Luz o Calderón de la misma Garganta Bonal.

La Chorrera de Hervás, en el Valle de Ambroz

De fácil acceso desde Hervás, es una ruta muy popular en la que a buen seguro, el senderista se cruzará con mucha gente en el camino. La ruta no tiene una dificultad alta, son casi 14 kilómetros (ida y vuelta) que valen la pena recorrer para contemplar un salto de agua de casi 30 metros. Además, atraviesas un atractivo camino de robles y castaños. De hecho la ruta sigue el curso del río Ambroz hasta las estribaciones del pico Pinajarro.