La pandemia ha cambiado muchos hábitos y tendencias en materia de consumo. En el tema de la vivienda también se han experimentado cambios, como consecuencia de los períodos de confinamiento, las restricciones y limitaciones de movilidad. En este sentido, se han alterado las prioridades en demanda de vivienda y a la hora de analizar la compraventa de inmuebles han entrado en juego nuevas dinámicas. Si tradicionalmente la vivienda de segunda mano era la más demandada, actualmente se está experimentado un repunte en el interés por la obra nueva

 

Para desgranar estas tendencias en la compraventa de viviendas de segunda mano y obra nueva, hemos recurrido a la opinión de expertos inmobiliarios. En concreto, contamos con la experiencia de Concepción Sánchez Huesca, Gerente de la Inmobiliaria Bellamar de Málaga. Según esta profesional del sector inmobiliario, “la tendencia del sector de segunda mano está al alza en determinadas zonas, en las que se detecta una demanda muy alta. El problema está en la oferta, la cual en muchas ocasiones es escasa. Esto hace que los precios de la vivienda de segunda mano hayan subido notablemente en los últimos meses”. Sin embargo, en el mercado de vivienda de obra nueva se encuentran promociones muy atractivas, “las cuales se venden rápidamente”, indica Concepción. “En obra nueva hay oferta muy interesante, lo que hace que estas promociones cuenten con precios más competitivos que las viviendas de segunda mano”, concluye. 

Tipo de vivienda demandada

 

En cuanto a la tipología de viviendas más demandadas, el protagonismo se lo llevan los inmuebles de 2 y 3 dormitorios con terrazas. No obstante, también se demandan sencillos apartamentos, con todas las comodidades, en zonas céntricas y variedad de servicios al alcance de la mano. A la hora de analizar el perfil de los clientes éste también varía, ya que va desde las familias jóvenes con niños pequeños en busca de más espacio, hasta personas jubiladas que priman la comodidad frente a la amplitud. 

 

Por último, si miramos al futuro, desde la inmobiliaria consultada las previsiones son de lo más optimistas. “La gente no quiere tener sus ahorros en el banco, ya que esto supone pagar comisiones y no obtener ningún beneficio”, explica Concepción Sánchez. Por eso, “prefieren comprar e invertir y luego alquilar”, asegura. Como consecuencia, la demanda de vivienda está experimentando un claro repunte y esto se traduce en las buenas previsiones del mercado inmobiliario.