Consejo General del Poder Judicial

Reconocido prestigio

J. Felipe Pozueco Fernández

Curiosa esta dictadura española a la que se fustiga día sí y otro también desde ardorosas tribunas mediáticas, a la que se acusa con insistencia de recortar la libertad de expresión, derechos y demás libertades sin que medie pena alguna por ello.

Lo mismo que por esa separación de poderes presuntamente violentada que ha hecho que desaten los togados sus iras al ejecutivo emprendiendo su particular cruzada contra el mismo.

Aunque, quizá lo que más debiera sorprendernos de estos últimos es que no se hayan prodigado con tanto ahínco contra su órgano más representativo, el Consejo General del Poder Judicial, que con una mayoría de miembros nombrados a dedo por el principal partido de la oposición, conforme a derecho, se mantengan pegados a su asiento con el mandato caducado hace 5 años para con sus acciones interferir de uno u otro modo en la política del país.

Cúmplase de una vez la ley y háganse todas las propuestas parlamentarias que se estimen oportunas porque eso, al fin y al cabo, es la base de la democracia. Nadie está en posesión de la verdad absoluta y menos aún aquellos que dan una versión interesada de la misma.

Curioso país este donde el dedo acusador ve una vez más la paja en el ojo ajeno y no ve la viga en el suyo. Y eso sin tener necesidad de poner en marcha un ventilador que ponga más en evidencia los defectos de todos los que andan metido en lo mismo.