Carlos Sainz (Volkswagen) sufrió más de lo habitual en la undécima etapa del Dakar, disputada entre Santiago (Chile) y San Juan (Argentina), de 220 kilómetros cronometrados. El piloto madrileño acabó octavo, a 7.19 minutos del vencedor, el francés Guerlain Chicherit (BMW), pero se mantiene líder de la general con una ventaja de 4.28 minutos sobre el segundo clasificado, el qatarí Naser Al Attiyah (Volkswagen). En la categoría de motos, Cyril Despres (KTM), líder de la competición, fue séptimo, a 4.21 minutos del holandés Frans Verhoeven, vencedor de la etapa. Marc Coma se perdió al principio y acabó noveno.

Sainz sabía que iba a sufrir en esta etapa porque era la primera vez que debía abrir la pista. "Espero perder poco tiempo con respecto a los rivales", había dicho Sainz antes de iniciar la etapa. Generalmente, el primer coche siempre pierde tiempo. Lo que no esperaba el piloto madrileño es que un impacto fuera al techo y arrancara la toma de aire del coche.

Sainz tuvo que conservar el motor y realizó una conducción más tranquila de lo habitual, más pendiente de sus rivales que del acelerador. Superada la primera crisis del día, el bicampeón del mundo de rallys sufrió dos pinchazos que permitieron a sus perseguidores reducir la ventaja inicial. "Fue un mal día", dijo.