El Villanovense perdió anoche 0-2 contra un Guijuelo que se empleó con gran dureza. Los serones pagaron caro la falta de concentración. El ensayo general fue mucho más agrio que dulce.

En los primeros minutos, se vieron varios intercambios de golpes. El técnico Julio Cobos salió de inicio con José Fuentes, Trinidad, Owona, Javi Sánchez, Tapia, Pajuelo, Curro, José Angel, Anxo, Carlos Fernández y Salvi. El acercamiento más peligroso tuvo lugar cuando José Angel la cedió de espuela en el área para que Anxo la pusiera en la escuadra. Garabato salvó el gol.

Se caldearon los ánimos. El Guijuelo se empleó con dureza y el Villanovense respondió, pero Javi Sánchez despejó sobre la línea un cabezazo de los visitantes. Cuando el árbitro señaló el final de la primera parte, Garabato se enzarzó con José Angel y acabaron los dos expulsados.

El Guijuelo se negó a continuar el partido si no volvía al terreno de juego Ricky, el meta que anteriormente había sido sustituido por Garabato. El Villanovense cedió, pero esta incertidumbre pasó factura.

En el minuto 50, Chuchi abrió el marcador. Un mal despeje de la zaga serona puso en bandeja el tiro del delantero rojillo. Cuando llegó la calma, los de Villanueva se vinieron arriba. El árbitro anuló un gol de Tapia, que coló el balón tras el saque de una falta lateral. Fuera de juego. Nadie la tocó pero la asistente interpretó que Jair se cruzó en la trayectoria. Muy dudoso. Acto seguido, llegó el 0-2 en una contra que transformó, de nuevo, Chuchi.