El Ministerio de Fomento es quien más se tendrá que apretar el cinturón para encajar el nuevo recorte del gasto de 5.000 millones de euros en el presupuesto del 2010 que el Consejo de Ministros aprobó el viernes pasado. El departamento de José Blanco tendrá que recortar en 1.760 millones su presupuesto y sacrificar buena parte de sus proyectos de infraestructuras. Esta cantidad supone casi el 15% del presupuesto financiero y no financiero del ministerio.

El ajuste asignado a Fomento por Economía representa el 35% (algo más de la tercera parte) del recorte de 5.000 millones aprobado por el Gobierno para ayudar a meter en cintura el déficit público, que en el 2009 se disparó hasta el 11,4% del PIB en todas las administraciones. El objetivo es reducir el déficit al 3% del PIB en el 2013, como recomienda la Comisión Europea. Para ello, el Estado aprobó un plan de austeridad de 57.000 millones de euros en cuatro años.

Todos los ministerios tendrán que recortar sus gastos y todas las políticas se verán afectadas, a excepción de las de I+D+i, la política antiterrorista y las prestaciones sociales, según la vicepresidenta segunda, Elena Salgado. El ajuste de 5.000 millones del 2010 se desglosa en un recorte de 1.545 millones en el gasto financiero y otro de 1.955 en el presupuesto de gastos no financieros. Estos dos bloques implican 3.500 millones de recorte directo en los ministerios, de los que la mitad corresponde a Fomento. Además, se compromete a no hacer uso de 1.500 millones del llamado "fondo de contingencia" para imprevistos. Economía ha distribuido el recorte por ministerios. Cada uno deberá decidir, antes del 1 de marzo, en qué partidas lo aplica.

El Gobierno confía en compensar parte de este ajuste con nuevas fórmulas de participación del capital privado.