El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, defendió ayer la intervención de su Gobierno en el salvamento del grupo agroalimentario Parmalat, envuelto en una crisis financiera similar a la que llevó a la bancarrota a la energética Enron en EEUU. El anuncio coincidió con el inicio de investigaciones por parte de la fiscalía de Milán para comprobar un posible fraude en la empresa.

"El Gobierno intervendrá por encima de todo para salvaguardar las actividades de la empresa y los empleos y para distinguir su vertiente financiera de su negocio", explicó Berlusconi durante su discurso de fin de año.

"INCREIBLE" El primer ministro, que anunció que el Consejo de Ministros puede estudiar medidas el martes próximo, consideró "casi increíbles" las últimas informaciones sobre la compañía.

El Bank of America desató el viernes una intensa crisis al tachar de falsos unos documentos aportados por el grupo en los que se recogían activos por valor de 3.950 millones de euros (657.225 millones de pesetas) en una filial de la islas Caimán.

Los títulos de la empresa, una de las mayores de Italia que cuenta con 35.000 empleados, experimentaron un desplome del 66%, hasta situar el valor actual del consorcio en una décima parte del que registraba hace solamente una semana.

Además de comenzar las investigaciones de la fiscalía por posible aportación de datos falsos a la auditora y por presunto fraude, la policía registró ayer la sede de Grant Thornton. Esta compañía fue la que certificó las cuentas del 2002 de la filial de las islas Caimán.