El Gobierno de EEUU rehusó ayer condenar el acoso a la población palestina por parte del Ejército de Israel en respuesta por el secuestro de uno de sus militares. En su lugar, el portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow, dijo que "Israel tiene el derecho de defenderse y de defender la vida de sus ciudadanos", aunque añadió que "debe asegurarse de que los civiles inocentes no sufran daños y debe evitar la destrucción innecesaria de cualquier propiedad e infraestructura".

El apoyo a su tradicional aliado también lo tuvieron los israelís directamente en su país. Alberto González, fiscal general de EEUU, se reunió con la ministra de Exteriores, Tzipi Livni, y le dijo que Washington cooperará en todo para lograr rescatar a Guilad Shalit.

La reacción de la mayoría de los gobiernos, sin embargo, dista mucho de la posición estadounidense. La Liga Arabe lamentó el "castigo colectivo" al pueblo palestino. Egipto, por su parte, que intenta hallar una solución para lograr la libertad del soldado a cambio de la liberación de detenidos palestinos, ha desplazado a 2.500 soldados a la frontera con la franja por si Israel amplía la ofensiva.

En Europa, la comisaria de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, apeló a que los palestinos liberen al militar y a que Israel dé tiempo a que la diplomacia solucione la situación.

ESFUERZO DE ESPAÑA El ministro de Exteriores español, Miguel Angel Moratinos, expresó ayer su "seria preocupación" por la situación y destacó los "esfuerzos" de España para encontrar una solución "política, pacífica, diplomática y negociada".