La muñeca angelical por excelencia de la juguetería española, que nació a finales de la década de los 60, se transforma de la mano de una docena de artistas en la exposición Nancy Spain Pin Up. Jugando con una Nancy , que se puede ver hasta finales de mes en el vestíbulo del Palacio de Exposiciones y Congresos, en la avenida isabel de Moctezuma. Después iniciará una gira por los palacios de congresos de Mérida y Badajoz durante marzo y abril.

Angel Sotomayor es el comisario de esta exposición colectiva que nace de la idea de reivindicar a este icono. "La exposición surge como divertimento y porque las muñecas forman parte de nuestros juegos y nuestra infancia, aunque seamos chicos o no hayamos jugado con ellas", señala el comisario. "Además tiene un punto muy escultórico que hace que sea muy fácil trabajarla", añade el también artista, que participa en la exposición con una propuesta en la que Nancy es una figura blanca desnuda y cubierta por espinas de rosa.

"Tiene el punto inmaculado y expresa lo hiriente que en ocasiones puede ser la pulcritud", explica.

La imagen más angelical es la de la pieza de Delia Sánchez Mata, que aparece rodeada de mariposas de barro blanco, como una ninfa. "La idea de intervenir una Nancy me pareció fantástica porque es la muñeca con la que he jugado de niña", reconoce la artista.

Junto a Sotomayor y Sánchez Mata, Jonathan Carranza, Paco Rosco, Elisa Blázquez, Felipe Pulido, Ana Masa, Ana Gallego, Jaqueline de Valois, Jesús David Floriano, Elisa de Sande y Emilio González exponen en esta propuesta sin horarios, porque se puede ver desde exterior a través de las enormes cristaleras que rodean el vestíbulo del edificio.

Ayer y hoy

Nancy nació en el el año 1968, cuando la televisión comenzaba a llegar a los hogares españoles, los niños merendaban pan con chocolate y leían las historias del Capitán Trueno y la familia Telerín daba las buenas noches. Pero desde entonces han cambiado muchas cosas.

"Los niños de hoy no son como eran", asevera Paco Rosco, que parte de la moda del bodyart (cubrir el cuerpo solo con pintura) para vestir a la Nancy con una propuesta tribal en colores blanco, negro y rojo.

La imagen de juguetes la han utilizado artistas como Antonio López o Botero en sus creaciones, con personajes que se aproximan a la apariencia de muñecos. Sobre ese efecto espejo que en ocasiones se produce entre la figura humana y la del muñeco de plástico, y las consecuencias más perniciosas indaga en su propuesta Elisa de Sande que descabeza a la muñeca, pone la cabeza bajo los pies y llena a la muñeca de vendas con sangre en zonas como pecho o caderas.