La unidad de cáncer hereditario del hospital San Pedro de Alcántara ha desarrollado un estudio pionero en España que revela que el 16,5% de los cánceres de ovario es hereditario; es decir, uno de cada seis tumores diagnosticados. El estudio comenzó en el año 2015, desde cuando se han analizado los casos de 121 mujeres que sufren este tipo de tumor; de ellas 20 arrojaron un resultado positivo, lo que significa que son portadoras de estos genes.

Además, el 30% de las que presentaron la mutación no tenían antecedentes de este tipo de tumor en su familia. El 40% contaba con antecedentes de cáncer de mama, el 10% de ovario y el 20% de ambos.

Las conclusiones de este estudio, que han sido presentadas recientemente en un congreso internacional, suponen un importante avance en la prevención y el diagnóstico precoz de este tipo de tumor, uno de los que mayor índice de mortalidad presenta: descubierto en estadíos avanzados la mortalidad está cercana al 80% en cinco años. Los datos son reveladores ya que hasta ahora se creía que solo el 5% de los casos era hereditario: «Cuanto mayor sea ese índice a más personas podremos ayudar para que no desarrollen la enfermedad», indica el coordinador de la unidad, Santiago González. «Hablamos de mujeres sanas que tienen una alta probabilidad de padecerlo y podemos prevenirlo. Esto supondrá además un ahorro social y sanitario importante», añade.

80 NUEVOS CASOS / De media en la región se diagnostican 80 nuevos casos al año. La unidad ha estudiado todos, más otros derivados de otros servicios (ginecología, oncología o atención primaria) por tener una alta probabilidad de que la persona que lo padece sea portadora del gen. En total, en el último año, se ha realizado el estudio genético a 120 mujeres diagnosticadas de esta enfermedad. Cuando el resultado ha sido positivo se ha estudiado también a sus familiares para conocer si tienen esa mutación genética.

Esto hace que se pueda prevenir este tipo de cáncer en una mujer incluso antes de que le haya sido diagnosticado, sometiéndose a una pequeña operación para extirparse estos órganos. En la región, en los últimos diez años, 120 mujeres se han quitado las trompas de Falopio y los ovarios mediante el método de laparoscopia. «Los datos son claros, si el 16% puede ser hereditario y al año se diagnostican 80 casos, 13 de ellos serán hereditarios». La mutación pasa de padres a hijos. El 50% de los descendientes la desarrollará, por lo que el análisis seguirá realizándose también a los nietos de las primeras portadoras y así sucesivamente.

El estudio se ha llevado a cabo con maquinaria de última generación basada en la secuenciación masiva, que permite estudiar cientos de genes a la vez, según explicó la bióloga y responsable del laboratorio de la unidad, Silvia Romero. El servicio está preparando ya la segunda fase de este proyecto que permitirá analizar otros genes menos conocidos en estas mujeres.

La unidad trabaja también en otros tipo de cánceres como el de mama, útero, colon o estómago y, hasta la fecha, ha identificado a 200 familias extremeñas con mutaciones en genes de predisposición al cáncer.