La Plataforma Salvemos la Montaña presentó ayer sus conclusiones tras la evaluación del proyecto de Tecnología Extremeña del Litio (TEL) para explotar la mina de Valdefores. Domingo Fernández, uno de sus portavoces, desgranó la oferta de empleo que hace la empresa y concluyó que está muy por encima de la media en las industrias extractivas. Fernández recordó que el plan de explotación detalla que habrá 207 empleos directos entre la mina y la planta de tratamiento para obtener carbonato de litio. Y a continuación aseguró que una parte de estos trabajos o bien no estarán en Cáceres o requieren de una especialización que hará que se cubran con personal técnico de Sacyr, empresa que participa en TEL.

El proyecto eleva a más de 800 los empleos directos e indirectos asociados a la mina y a la planta. Fernández expuso que el cálculo se habría hecho multiplicando por 4 los 207 empleos directos y siguiendo las indicaciones del Comité Económico y Social Europeo, que hace esta estimación al ligar la actividad extractiva con el desarrollo de parques tecnológicos. Fernández recordó que al proyecto de Cáceres no se puede aplicar este cálculo porque no hay ninguna empresa ni parque tecnológico vinculado al mismo.

La única industria asociada a la mina «es la planta química para obtener el carbonato de litio y poder así transportarlo fuera --de Cáceres--, ya que el litio se oxidaría; eso sí, dejan bien claro que la planta obtiene el carbonato por el método más barato, que es el lavado con ácido», apostilló.

Durante la valoración del proyecto también se habló de los residuos que saldrán de la planta. Son 28 millones de toneladas durante su vida útil, que se calcula que será de 23 años. En volumen ocuparán 20,3 millones de metros cúbicos, que es la misma capacidad que tiene el Guadiloba, el embalse cacereño.

Las instalaciones para el depósito de los residuos de los procesos de tostación, lixiviación y flotación en la planta estarán encima del Calerizo, comentó Santiago Márquez, otro de los portavoces de la plataforma, con riesgo de que se puedan producir filtraciones en el depósito de agua subterránea. Además añadió que la balsa que recogerá las aguas de escorrentías de las instalaciones de residuos se impermeabilizará con solo una lámina de dos milímetros de grosor de polietileno de alta densidad. Agregó que la balsa tendrá una capacidad similar a 65 piscinas olímpicas, «y en cuanto haya una rotura, el agua se filtrará al Calerizo».

Márquez recordó que en la conferencia que Antoni Canals dio la semana pasada en el Ateneo, el arqueólogo, que ha trabajado en Maltravieso, explicó que la cueva se podría ver afectada «por todos esos procesos químicos» que estarían presentes tanto en los depósitos de residuos como en la balsa.

ANTOFAGASTA / De los efectos sobre la salud habló Cristian Aranda, que recordó que la contaminación directa sobre la atmósfera, derivada de las explosiones para la extracción del mineral y de la trituración del mismo en la planta, y la procedente de los trabajos de incineración en la planta supondrán un riesgo para la salud de los cacereños debido a la proximidad de la mina y de la planta, que quedan a dos kilómetros del casco urbano. Durante su intervención comentó que todos los elementos «que originalmente se combinan en el procesado con ácido sulfúrico darían lugar a sulfato de litio, sulfato potásico, de estaño, de titanio..., el cloro utilizado daría lugar a dioxinas. Los resultados para la población de respirar e ingerir estas sustancias están descritos en innumerables estudios».

Aranda ofreció datos estadísticos de como en Antofagasta, una región minera del norte de Chile, la tasa de cáncer de pulmón en hombres por cada 100.000 habitantes es casi tres veces superior a la media del resto del país.

«Me sorprende que alguien pueda plantear este proyecto a una ciudad y que quiera hacer creer que es bueno, me parece que es algo inconcebible», destacó Antonio Cortés, que ayer también ejerció de portavoz de la plataforma.

Cortés expresó su confianza en que el proyecto de la mina no saldrá adelante «por la presión social», pero también por la labor que la plataforma hará durante los procesos administrativos de exposición del documento, en los que se podrán presentar alegaciones. Además confirmó que si el proyecto llegase a salir adelante, se recurriría a los tribunales. «Sobran los motivos para rechazar la mina, lo que pedimos a todas las administraciones es que hagan lo necesario para impedir que se implante este proyecto, que sería muy perjudicial para la vida de Cáceres», agregó el portavoz.

MANIFESTACIÓN Y MARCHA / Márquez precisó ayer que finalmente la próxima manifestación será el 14 de abril. El recorrido se concretará en los próximos días. Además también adelantó que para mediados de mayo se organizarán marchas hacia las consejerías de Mérida que tienen relación con el proyecto. Son dos, la de Economía e Infraestructuras, de la que depende la dirección general de Minas, y la de Medio Ambiente. Márquez comentó que la presión a la Junta es para que no se promueva un proyecto de interés regional para la modificación de plan de urbanismo de Cáceres una vez que el ayuntamiento ha confirmado que no aprobará la propuesta presentada por Tecnología Extremeña del Litio para que se permitan los usos extractivos en Valdeflores.

La presentación de las conclusiones se dividió en ocho bloques y se insistió en la cercanía que la mina y la planta metalúrgica proyectadas tienen con el casco urbano de Cáceres. Domingo Fernández recordó que todo el proyecto se planifica sobre una superficie «de 397 hectáreas que es la mitad del área urbanizada de la ciudad de Cáceres». Además apuntó que 290 hectáreas estarían cubiertas con residuos.