La evidencia del cambio climático motiva a los investigadores a buscar fuentes de energía respetuosas con el planeta. En ese reto, los profesionales de la Politécnica han desarrollado un curioso sistema que ya experimentan en el campus cacereño, y que además forma parte de esa red inteligente que prepara la facultad con distintos dispositivos (fotovoltaicas, aerogenerador…). Se trata de un proyecto de recuperación de energía a través del agua, que podría ser aprovechado por diversos municipios para conseguir electricidad limpia y prácticamente sin costes.

En su caso obtienen la energía a través del suministro de agua a presión. Dicho de otro modo, observaron que ciertos municipios tienen la toma del abastecimiento a mucha altura y, para evitar que la presión reviente las tuberías de las viviendas, intercalan o bien arquetas de rotura de carga o válvulas reductoras. Pero la energía con la que baja el agua se está desaprovechando, y los investigadores de la politécnica han ideado la forma de que eso no ocurra.

Este proyecto emplea las bombas de impulsión al revés: toman agua para producir energía

«Podemos intercalar una pequeña turbina que aproveche dicha presión para producir electricidad, tal y como se hace en las presas. Sin embargo, lo novedoso en nuestro proyecto es que no estamos utilizando turbinas al uso, sino las mismas bombas de impulsión que se emplean en los sistemas de abastecimiento. Las ponemos a trabajar al revés, en vez de meterles energía para impulsar el agua, les metemos la impulsión del agua para producir energía. Es un sistema económico y fiable», detalla José María Ceballos, profesor e investigador de la Politécnica, y responsable de la red energética inteligente que está creando la facultad. Esa electricidad puede destinarse por ejemplo al alumbrado del municipio.

CREAN UN PROTOTIPO PARA MEDIR CARGAS EN LA RONDA ESTE

También la Politécnica ha tenido mucho que ver en las pruebas de carga del viaducto de Valdeflores (300 metros de longitud), situado en la recién inaugurada ronda Este. El ingeniero de Teleco Bruno Pérez, del Grupo de Investigación Benito Mahedero, ha diseñado un detector de aceleraciones que solo necesita el pase un camión sobre un tablón para medir la vibración. Se han colocado siete de estos prototipos en cada vano del viaducto, y los resultados se han comparado con los del octavo vano, en el que sí se han colocado cuatro camiones cargados con 40.000 kilos. El acelerómetro ha permitido ahorrar días de prueba y dinero (el coste de cada dispositivo ronda los 30 €).

Durante el primer año de esta iniciativa (financiada como Proyecto Regional de Investigación), los profesionales de la Politécnica vinculados al Grupo de Investigación Benito Mahedero se dedicaron a recopilar datos a través de diputaciones, confederaciones hidrográficas y ayuntamientos, sobre los municipios susceptibles de incorporar el sistema (ubicación de las tomas, número de habitantes que permita un suministro continuo...). Concluyeron que había localidades extremeñas donde podrían generarse hasta 100 kW.

Entonces montaron un laboratorio en la propia facultad con un circuito de tuberías que simula diversas posibilidades, dotado de sensores de presión y caudal, un depósito, una bomba y un inversor para cargar baterías con la energía obtenida o bien filtrarla a la red. Los datos convergen en el ordenador y se está implementando un sistema de medición de la velocidad para incorporarlo también al 5G, el proyecto ‘madre’ de todas estas iniciativas. Y lo más importante: algunos alcaldes han mostrado su interés por incorporar este sistema que evita el desperdicio de energía limpia.