la situación en la zona de copas de la ciudad

Vecinos de La Madrila de Cáceres: "No queremos que aquí pase lo de Murcia"

Afectados del número 6 de la calle Doctor Fleming anuncian que acudirán a los tribunales si el ruido de los bares continúa

Aseguran que llevan años con denuncias y llamadas al ayuntamiento y la policía local

Lamentan que una zona de paso, de propiedad privada, se esté usando como área de ocio

Vídeo | Así son los ruidos una noche en la Madrila de Cáceres

EL PERIÓDICO

Miguel Ángel Muñoz Rubio

Miguel Ángel Muñoz Rubio

Decenas de denuncias y resoluciones judiciales. 50 años tiene este bloque del número 6 de la calle Doctor Fleming, situado en el corazón de la movida de Cáceres. Sus vecinos no pueden más. Grietas en los pisos, temblores por el exceso de decibelios... Con el miedo por la desgracia de Las Atalayas aún en el cuerpo dicen: "No queremos que aquí pase lo de Murcia. Si hay un incendio esto es una ratonera. No tenemos garajes, solo hay una puerta de entrada y salida al edificio. No tendríamos escapatoria".

Una imagen del interior del local, con bengalas.

Una imagen del interior del local, con bengalas. / CEDIDA POR LOS VECINOS

El bloque está situado sobre el local Muy Mía. Aseguran que están cansados de ponerle denuncias. "Aparte de ruido, vibraciones y suciedad, nos encontramos con las bengalas que encienden rozando el techo en algunas fiestas. Si ese aislamiento prende, nos preguntamos: "¿Han visto lo de la discoteca de Murcia, pues imagínense esto, en un bloque de siete plantas con cuatro viviendas en cada una de ellas, estamos esperando a que haya muertos, para que tomen medidas?".

Sostienen que el pasado 31 de agosto ya hubo un incendio, fue a medio día dentro del bar. "Gracias a Dios los bomberos llegaron a tiempo y no había nadie dentro. Los agentes tienen el informe. Hubo mucho humo dentro de la escalera y estuve dos días con la garganta como si me hubiera tragado un estropajo". Los afectados apuntan que la dueña del local lo tiene alquilado "a los propietarios del Pasadena que lo realquilan: a La Martina, luego a Élite y ahora a Muy Mía". Indican que tiene licencia de café concierto, "pero se anuncia como discoteca y club nocturno".

"Tiembla toda la estructura"

Ponen ejemplos de lo que sufren. "Contratan a un dj, que lleva un amplificador auxiliar, que conecta al equipo del local y aumenta los decibelios. Eso produce vibraciones dentro de las viviendas y tiembla toda la estructura. El ayuntamiento dice que el edificio no está para declaración de ruina o que no presenta ningún peligro, y que esto lo arreglemos nosotros", añaden.

Los hechos, insisten, "están denunciados ante el consistorio y ante la policía casi todos los fines de semana, pero nada ha cambiado". Uno de los afectados narra que la policía les dice que no puede actuar, aunque los clientes invaden una zona que es de paso, pero privada, algo parecido a lo que sucede con la Plaza de los Maestros (junto a Cánovas), que se desalojó el 24 de diciembre, Día de las Cañas de Navidad, ante el hartazgo vecinal.

"Denunciamos y hemos recibido amenazas, han pinchado ruedas de coches de residentes, han colocado excrementos en la puerta de nuestras casas. Estamos dispuestos a llevar este asunto a los tribunales", anuncian algunos damnificados de La Madrila, cuyos ruidos acarrearon pena de cárcel para hosteleros y que también tuvo consecuencias judiciales para políticos municipales.

No entienden que en una zona residencial se establezcan negocios relacionados con el ocio nocturno. "No podemos dormir, nos dan las cinco de la mañana o incluso más". Otra propietaria de los pisos más altos cuenta que hace un tiempo tuvo que llamar a un ingeniero "porque lo de las vibraciones era horroroso. Me dijo que el ruido producía un efecto embudo y que cuanto más alto era el piso, más vibración se producía. Ya no sabemos qué hacer. No podemos vivir. Ha sido un verano espantoso", apuntan.

El suceso de las discotecas de Murcia, que se ha saldado con 13 fallecidos, ha reavivado inevitablemente el problema del ocio nocturno de Cáceres. De hecho, la Asociación de Vecinos de La Madrila ha mantenido esta mañana un encuentro con el alcalde, Rafa Mateos, para tratar de buscar una solución. "La otra noche llamé a la policía local cuatro veces. El agente me dijo que no llamara más, que no podían hacer nada".

Vecinos lamentan que son testigos de "peleas incluso con navajas. Droga hay un montón. Que se regule el ocio, que en una zona de viviendas no puede estar, que haya un centro específico, en un polígono, pero que busquen alternativas". El último episodio lo grabaron con sus teléfonos móviles los afectados. Fue el pasado 28 de septiembre. "Pasadas las cuatro de la mañana la fiesta continuaba en la calle, en las puertas del bloque. Yo tenía que empezar a trabajar a las siete y media. No pude pegar ojo". Mientras, siguen denunciando. "El ayuntamiento o la Junta penalizan con una reducción de horario, pero la ejecución de esa orden tarda en tramitarse hasta seis meses. Mientras tanto, nosotros seguimos sufriendo", concluyen.

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