FAUSTINA nieto Y MARTA BERMEJO, TRAS ESTE OBRADOR TRADICIONAL DEL MUNICIPIO

La perrunilla única de Hervás

La pastelería La Extremeña elabora un producto que no lleva la tradicional manteca sino aceite de oliva; también hay de harina de castaña y hasta de cereza y almendra

Faustina Nieto y Marta Bermejo, en la pastelería de Hervás.

Faustina Nieto y Marta Bermejo, en la pastelería de Hervás. / ALBERTO MANZANO

Para gustos colores y para golosos, adentrarse en el establecimiento hervasense La Extremeña (situado en la calle Relator González, número 20), es como transportarse a la casa de la bruja que está fabricada con dulces de Hansel y Gretel y dejarse llevar por la deliciosa fantasía de un cuento. La pastelería se ha convertido en uno de los mayores reclamos del pueblo, que nació hace 20 años con el objetivo de no dejar a nadie indiferente.

Faustina Nieto es la dueña del negocio. Recibe a El Periódico con cercanía; es como acceder al salón de una casa en la que automáticamente te conviertes, más que un cliente, en un invitado. «Queremos que la visita a nuestro establecimiento sea una experiencia inolvidable para los cinco sentidos», asegura la responsable, quien explica que se ha formado en un montón de cursos y que ha ido aprendiendo también de grandes pasteleros.

En La Extremeña podemos observar varios expositores llenos de tartas, bombones artesanos de higo, perrunillas, mantecados, roscas, pasteles, palmeras, chocolates, cruasanes, napolitanas, tejas con láminas de almendra… además de surtido de pastelería variada y su producto estrella: pastas de té de mantequilla.

Realizan numerosas elaboraciones propias (muy originales) «y vendemos los géneros artesanos que producen las diferentes panaderías de Hervás como perrunillas, mantecados, roscas, entre otros muchos». Pero si algo distingue a el local es sin duda alguna su perrunilla: «Nos la inventamos con aceite de oliva en vez de realizarla con manteca, luego empezamos a hacerla de harina de castaña, que se vende bastante en otoño, de cereza y de almendra», cuenta Faustina. También hay botellas de licores y pan de leña de Montemayor del Río, un pueblo precioso de Salamanca.

Pastas judeo-sefardíes

Hervás huele y suena a bosque, agua, y destaca igualmente por su impresionante barrio judío. Precisamente aquí vivía un matrimonio que hace dos años se fue a Toledo, Abigaíl Cohen Kosher y José Antonio. Ellos elaboran pastas judeo-sefardíes que comercializan por toda la Península Ibérica. Son pastas populares creadas una a una según recetas centenarias guardadas por los abuelos paternos de Abigaíl y que vende Nieto.

«Las pastas no llevan conservantes artificiales, sino los naturales de siempre: naranja, limón, miel, amapolas, dátiles y numerosos frutos secos. Son muy nutritivas: la nuestra es más de mantequilla y la suya más de hojaldre», apunta.

El camino ahora es rebajar la cantidad de azúcar, apostar por frutas cuyo sabor destaca y se disfruta más, «todo más natural, sin perder la esencia», señala.

Faustina cuenta que tras la vuelta de la pandemia «estamos igual de ilusionadas que siempre». Igualmente llevamos a cabo pedidos personalizados para bodas y comuniones. «La crisis del covid nos ha hecho muchísimo daño a todos, pero nosotras no somos de las que se rinden fácilmente. A las dificultades hay que mirarlas cara a cara, apostando por la creatividad para poder seguir adelante, y tener verdadera confianza en el futuro», dice junto a Marta Bermejo Serrano, también empleada del rincón más dulce de Hervás.