«Ignorar el cambio climático es tan fácil como cerrar este libro. Lo cierras, te das la vuelta y te vas. ¡Pim, pam!, fin de la historia. Sin embargo, tanto si lo quieres reconocer como si no, formas parte de este gran lío». Así, con el dedo índice apuntando inmisericorde al lector desde la primera página, Anthony Garner presenta su primer libro, Matamundos (Akal), 200 páginas de viñetas sobre el tema que ahora mismo más le interesa y le quita el sueño: el cambio climático.

El artista británico e ilustrador de este diario no deja títere con cabeza y sacude con fuerza, trazo fino, y con pocas, contadas palabras a los villanos de esta película: Trump, Bolsonaro, Zuckerberg, los gordos magnates con puro y chistera de las grandes petroleras… Y al frente de la liga de los héroes, la joven activista sueca Greta Thunberg, y todos los animales que cabrían en el arca de Noé, tortugas, abejas, elefantes, ballenas, osos polares y rinocerontes.

Hormigas también, por supuesto. Garner se ha caricaturizado en el libro -y en Instagram[#anthonyantgarner]- como uno de estos insectos, aprovechando el significado de las tres primeras letras de su nombre en inglés (Ant). Porque para este artista afincado en Barcelona desde 1993 y que ha colaborado en El País y Ara, y actualmente también en TV-3 y en El Jueves, «el humor [ácido y visceral] es fundamental para cuestionar ideas y formas comunes de pensar y actuar en el planeta Tierra».

‘Matamundos’

Pero, ¿qué es un matamundos, el palabro que da pie al título? «Un individuo o grupo de la especie humana, responsable de hacer, de forma consciente o no, cualquier tipo de daño a la naturaleza como fruto directo de su actividad, comportamiento y/o su estupidez total», responde Garner, que recuerda que la idea le vino al ver por casa un matamoscas. «No somos la única especie pisando el planeta, ni mucho menos la especie más importante, pero sí la más codiciosa», lamenta el dibujante.

El germen de su primera aventura editorial en solitario (hasta ahora había ilustrado libros para niños y adultos) le rondaba hace tiempo. «Llevo años dedicándome al humor gráfico, y todo el tema del mundo natural, además de fascinarme, me preocupa. Tenía muchas viñetas sobre este tema y pensé que era el momento de recopilarlo».

«El reto fue buscar un hilo conductor». A la editorial se le ocurrió dividir el libro en cuatro capítulos, y después él se inventó una voz, «el señor Matamundos, la persona que duda del cambio climático, y que se representa mediante breves textos en color rojo que van salpicando las páginas», explica.

150 dibujos

En total, 150 dibujos publicados, tal cual o retocados, en EL PERIÓDICO o la revista El Jueves, donde tenía una página llamada Animaladas. Con un «chispazo creativo» como base de cada ilustración, Garner anuncia que es Time to Go, con la imagen de la icónica Greta Thunberg en la portada de la revista Time, o pinta una Australia en llamas, o una estatua de la Libertad semisumergida con un cono de helado derretido. Esa es su táctica: «El humor como vehículo para hacer llegar el mensaje a un lector saturado de información, cifras y estadísticas».

«Cuando me planteé el libro, no quería meter personajes de actualidad. Me molestaba que tuviesen protagonismo tipos tan bestias como Trump o Bolsonaro, que son detestables. Pero lo cierto es que para un caricaturista son muy útiles, porque dicen mucho a la primera. Al final ha sido inevitable», reconoce.

A principios de marzo, el libro estaba listo para la imprenta, pero todo saltó por los aires por el coronavirus y las semanas de confinamiento. El encierro lo ha soportado bastante bien: «Llevo 30 años confinado en un zulo», dice con guasa. «Al fin y al cabo, así es como trabajamos los dibujantes freelance». Ahora está entusiasmado con que Matamundos por fin se haya publicado, y con poder firmar ejemplares en este extraño Sant Jordi de verano: «Al final no podrá ser en el paseo de Gràcia, pero sí que firmaré al mediodía en Maite Libros, en la Via Augusta». Con mascarilla y gel.