Duodécima temporada de vida para el Cáceres Patrimonio de la Humanidad, que el sábado inicia en la pista del Barcelona B un curso lleno de incertidumbres y que se ha visto todavía más complicado por los problemas en la preparación. Dentro de la austeridad que ha caracterizado al club en los últimos años, la duda es saber si realmente puede aspirar a algo más que la permanencia, ahora más ‘cara’ porque los descensos pasan de dos a tres en la LEB Oro.

Bases

Guillermo Corrales continuará llevando los galones. Su progresión ha sido una de las mejores noticias de los últimos tiempos en el Cáceres, pasando de ser la tercera opción en la dirección a la primera en apenas dos años. Garantiza una enorme fiereza defensiva y en ataque cada vez lee mejor el juego. El tiro exterior sigue siendo su gran problema, aunque también ha aumentado sus porcentajes.

Su alternativa iba a ser en principio Andy Mazurczak, pero se lesionó el segundo día de pretemporada y se tuvo que fichar a Arturo Cruz como sustituto temporal. Se trata de alguien experimentado en LEB Plata, pero de perfil más bajo que el polaco, que estaba en principio llamado también a ayudar en la posición de ‘2’ gracias a su lanzamiento. En apenas dos meses se le espera volver a ver en las pistas.

Escoltas y aleros

Luis Parejo y Niko Rakocevic suponen, como Corrales, dos valores fijos en este club: identificados al máximo, de gran conocimiento de lo que se espera de ellos y decididos a asumir la responsabilidad de un modo constante. Parejo es probablemente el jugador más carismático entre los que visten de verdinegro: es capaz de compatibilizar un papel de desatascador desde lejos con el de ‘secante’ defensivo. La grada le adora. Más división de opiniones genera Rakocevic, el clásico tirador balcánico que alterna absolutas genialidades con momentos inexplicables. Esta temporada llega en mejor forma que la pasada. Se necesitarán mucho sus ‘flechas’ mágicas.

Dmitry Utolin es una de las grandes incógnitas. No es habitual que un ruso juegue en el baloncesto español. De momento, ha dejado apuntes de que puede ser un buen penetrador, levantando más dudas su tiro exterior. También puede echar una mano como ‘4’, pero hay que verle más.

El cuarteto de aleros lo completa el polivalente Dani Martínez, ansioso por reaparecer tras romperse la rodilla en febrero, y que lo hará bien entrado ya octubre o en noviembre. Parece estar bien ya… y visiblemente más musculado en el tren inferior. Su rol lo ocupará por ahora Alex Jordá, componente del nuevo filial de Liga EBA que jugará en Casar de Cáceres.

Pívots

El Cáceres se ha hartado estas semanas de decir que buscaba (y había conseguido) tener una mayor capacidad atlética en su juego interior. Así es que descartó a los cuatro pívots que tenía la pasada temporada -aunque uno de ellos, Sergio Pérez, pasó al puesto de gerente—y fichó a otros cuatro. Tres de ellos (Marlon Johnson, Johan Kody y Angelo Chol) responden al mismo prototipo: altos, fibrosos, rápidos… En defensa y en el rebote eso garantiza una mejoría, pero la incógnita se centra en el juego ofensivo, ya que ninguno de ellos está muy acostumbrado a ser referencia. En ese sentido, va por delante Marlon Johnson, secundario la pasada campaña en un gran equipo como el Prat y que en pretemporada ya se ha reivindicado.

Víctor Serrano, que ya estuvo en el equipo hace tres temporadas, también tiene un físico rotundo y es el jugador más alto de la plantilla, pero no destaca por eso, sino por sus buenos movimientos la poste. Será indudablemente el ‘5’ titular y se espera que ofrezca un salto adelante y algo más de agresividad.

Entrenador

Repite Ñete Bohigas como máximo responsable por sexta temporada consecutiva, a las que habría que sumar otras dos en el extinto Cáceres CB. Toda una institución, como va resultando obvio. Su ascendencia sobre los jugadores es enorme: siempre controla el vestuario y consigue que nadie ‘se baje’ en marcha por muy mal que vaya la situación, como en el tercio final de la pasada campaña. Trabajará estrechamente con sus ayudantes Roberto Blanco y Sergio Martínez y con el preparador físico Mario Hellín, que está en el club desde su fundación.