Sucedió hace no tanto: el pasado 1 de abril. El Cáceres Patrimonio de la Humanidad recibía al Força Lleida con el miedo íntimo de que, si sumaba su séptima derrota consecutiva, quedaría con muchas papeletas para descender a la LEB Plata. Aparentemente, la dinámica era mala y la plantilla estaba hecha unos zorros entre lesiones y otros problemas. Los catalanes también estaban enfermos.

¿Qué pasó? En un partido tensísimo, extraño, agónico, ganó el Cáceres por 84-73. Su alivio fue tan monumental que se permitió el lujo de ganar cuatro de los últimos cinco encuentros y concluir décimo, presumiendo de haber empatado a triunfos con el noveno, el Valladolid, justo en el límite de los playoffs de ascenso.

Por su parte, el Lleida quedó muy tocado después de caer en el Multiusos y siguió acumulando derrota tras derrota, hasta cinco, pero salvó los muebles venciendo en el último partido en la pista del Barcelona B.

Mañana (21.00 horas) hay otro Cáceres-Lleida que, aunque menos dramático --es solo la cuarta jornada-- sí se presenta tenso para los locales, que no están teniendo el mejor arranque posible. Sí sacaron adelante el debut en la pista del Barcelona B (64-68, aunque tras haber perdido 26 puntos de ventaja), pero después dejaron signos preocupantes tanto ante Oviedo (57-70) como Tau Castelló (84-60). En ambas citas se dio una sensación de impotencia y de escasos recursos que, advierte el entrenador verdinegro, Ñete Bohigas, hay que sacudirse cuanto antes. Los refuerzos, con la vuelta de los lesionados Andy Mazurczak y Dani Martínez, todavía tendrán que esperar algunas semanas.

Ataque y el tercer cuarto

Bohigas ha tenido estos días muchos frentes abiertos. Sobre todo prioriza mejorar los números ofensivos: es el equipo de la LEB Oro que menos anota (61,6 puntos por encuentro), acreditando además un magro 40% en tiros de campo. Según dijo tras caer en Castellón, se necesita que haya más jugadores aportando en positivo para no caer en estos números que hacen muy difícil sumar triunfos. Otro frente abierto es el de los terceros cuartos. El Cáceres acumula en tres encuentros un balance negativo de -23 puntos (-15, -2 y -7), lo que habla a las claras que la puesta en escena después de los descansos no está siendo la adecuada.

Enfrente estará un Lleida que sí ha empezado bien. Aunque en pretemporada levantó dudas, en cuanto arrancó la competición venció con solvencia a Palma (86-66) y Prat (65-82), plantando cara a un gran favorito como Bilbao Basket (70-75) en la pasada jornada.

Lo más curioso es que aquel Cáceres del 1 de abril se sigue pareciendo bastante al actual. Para aparcar las incógnitas sería importante que Niko Rakocevic repitiese los 22 puntos de aquel día. Estuvo secundado por Luis Parejo (11), que ha sido padre esta semana.