Una victoria y una derrota en apenas cinco días y la vigencia del ‘efecto Roberto Blanco’ en juego para desempatar ese balance. Esta mañana el Cáceres Patrimonio de la Humanidad recibe al Tau Castelló (12.30 horas) en otro partido clave para la permanencia, aunque en un equipo que ha ganado tan poco hasta ahora, todos lo van a ser ya.

Los visitantes son otro de los implicados abajo, aunque en su caso las expectativas eran mayores. Ahora contabilizan siete triunfos, que pueden ser uno menos si finalmente parte de su encuentro ante el Iberojet Palma por un error de la mesa.

Amarrar la victoria supondría un subidón para los verdinegros, es obvio. Pero la plantilla todavía está adaptándose a las nuevas ideas del sustituto de Ñete Bohigas, un proceso que no será corto y que se prevé jalonado de fisuras como las que se apreciaron el miércoles ante el Oviedo.

«Esta semana con partidos tan seguidos no hemos tenido mucho tiempo para entrenar, pero sí hemos podido analizar los errores y los aciertos. Hubo momentos del partido en el que el equipo se sintió muy cómodo, tanto en ataque como en defensa», dijo Blanco el viernes, midiendo cada palabra, casi siempre elogiosa hacia el vestuario. Tanto es así que eludió pronunciarse con claridad sobre si habrá fichajes y salidas antes del cierre del mercado, el 28 de febrero. «Sería doloroso que se tuviese que ir alguien, pero este mundo es así», apuntó.

Apeló especialmente a la importancia de los partidos de casa, «donde nos sentimos más cómodos. Nos queremos apoyar aquí en la situación en la que estamos». No ha olvidado la recuperada comunión equipo-público de su estreno, ante el Barcelona B.

Sobre el Tau Castelló señaló que es «un rival», aunque a continuación matizó que «nosotros también tenemos nuestras armas». «Les está costando cohesionarse como grupo, como a mucha gente en la liga. Los equipos que tenían una cierta continuidad les ha ido mejor. Me une una relación personal con el cuerpo técnico y hemos hablado mucho. Ellos mismos también, aunque sean honestos y digan que están donde merecen. Esperaban estar más arriba. Es algo normal y lógico», añadió.

En su opinión, para el Cáceres, pasado el «efecto efervescente» del cambio en el banquillo, «lo difícil es lo de ahora, no lo que ha pasado hasta ahora. También se negó hacer cálculos para el número de partidos ganados que se necesitan para la permanencia. «Todo mi sueño lo pierdo en pensar en ganar al Castelló. Ya iremos después a Lleida», apostilló.